Definición de meseta

El concepto de meseta surge del diminutivo de mesa. El término, muy empleado en el ámbito de la geología y la geografía, permite hacer referencia a la planicie que se localiza a una altura específica respecto al nivel del mar. Estas planicies elevadas pueden surgir por la acción de fuerzas tectónicas o a raíz de la erosión del suelo.

En relación a estas alternativas, se puede decir que las fuerzas que se ejercen sobre la horizontalidad del terreno encuentran fallas que provocan la elevación. En el caso de la erosión, se forman ríos que profundizan el lugar y que dejan ciertas zonas aisladas y a mayor altura.

Cabe destacar que existen mesetas submarinas, aparecidas por el hundimiento o la inundación de mesetas que, en la antigüedad, se encontraban emergidas. Un ejemplo de meseta submarina son las Islas Seychelles, que ocupan un territorio separado del continente por el agua.

Las mesetas que se encuentran a mayor altura son la Meseta del Tíbet (a más de 4.000 metros de altitud) y el Altiplano Andino (a más de 3.000 metros de altura). En relación al terreno circundante, los tepuys del territorio venezolano, Brasil y Guyana son las mesetas de mayor altura, con paredes verticales de más de un kilómetro de altitud.

En el caso de España, la meseta más importante es la conocida como Meseta Central que se encuentra situada en el centro del país y que destaca por ser la unidad de relieve más antigua que existe en toda la Península Ibérica. En concreto, podemos determinar que se extiende a lo largo de varias comunidades autónomas como son Castilla la Mancha, Extremadura y Castilla y León.

Asimismo, de ella podemos establecer que, a raíz de la división que realiza en la misma el Sistema Central, se compone de dos áreas claramente diferenciadas como son la Submeseta Norte y la Submeseta Sur. En la primera toma protagonismo el río Duero mientras que en la segunda hacen lo propio los ríos Guadiana y Tajo.

Unos 650 metros aproximadamente sobre el nivel del mar es la altitud que consigue alcanzar esta Meseta Central que fue nombrada por primera vez como tal en el siglo XIX por el explorador y geógrafo alemán Alexander von Humboldt, que está considerado como el Padre de la Geografía Moderna Universal.

Otro uso del término meseta hace referencia a la porción de piso horizontal en que finaliza un tramo de escalera. Por ejemplo: “Voy a subir la caja hasta la meseta, ahí aprovecharé para descansar unos minutos, y luego continuaré subiendo hasta llegar al piso superior de la casa”.

A todo ello habría que añadir que también se conoce como meseta a una de las fases de lo que es la respuesta sexual que se divide en deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución. En el caso de la citada meseta los individuos experimentan pulsaciones altas, rubor, una mayor tensión muscular y aumento de lo que es la excitación.

En el caso de que durante esta etapa la citada excitación desaparezca eso supone una serie de consecuencias molestas como son congestión genital en la mujer y dolor testicular en el hombre.

El sentido metafórico de meseta refiere a algo que se encontraba en ascenso y que, llegado un cierto momento, deja de subir, pero tampoco desciende: “La economía se encuentra en una meseta, sin grandes cambios”.

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