Definición de maniqueísmo
El maniqueísmo es una religión que estableció Manes (también conocido como Mani) en Persia. Este líder religioso, que se presentaba como un profeta enviado por Dios, impulsó el maniqueísmo en el siglo III, postulando que el mal y el bien eran principios opuestos que se encuentran en conflicto de manera constante.
Se trata de una religión sincrética que se propuso trascender al resto de las creencias, siendo perseguida por el cristianismo y el islam. Con el tiempo el maniqueísmo dejó de existir, pese a que algunos movimientos y sectas se siguen definiendo como maniqueas.
Para el maniqueísmo, el bien se asocia a la Luz, mientras que el mal se vincula a las Tinieblas. En el ser humano, la Luz es el espíritu que está preso del cuerpo, perteneciente a las Tinieblas. La forma de poner en marcha el proceso para liberar al espíritu es a través del ascetismo.
Es importante señalar que el maniqueísmo dividía a la comunidad en dos grupos: los elegidos y los oyentes. Los elegidos eran vegetarianos y célibes y dedicaban su vida a la oración, mientras que los oyentes se encargaban de servir a los elegidos. Los elegidos, al morir, llegaban al Reino de la Luz; en el caso de los oyentes, aspiraban a reencarnar en elegidos.
Debido a que, para el maniqueísmo, las Tinieblas nunca iban a desaparecer, la finalidad de la humanidad era que todos los individuos se conviertan en elegidos para alcanzar el Reino de la Luz, alejándose así del mal.
En la actualidad, la idea de maniqueísmo va más allá de la religión. El concepto se usa de manera peyorativa para aludir a la postura que tiende a realizar una reducción de la realidad, oponiendo lo malo a lo bueno de forma tajante. El maniqueísmo, por lo tanto, implica calificar las cosas como blancas o negras, sin matices.