Definición de malware
El concepto de malware procede de la expresión inglesa “malicious software”. Se trata de un software malicioso: es decir, de un programa informático cuya finalidad es provocar un daño en un sistema.
En concreto, hay que exponer que se trata de un término que vio la luz en la década de los años 90. Exactamente fue en el año 1991 cuando se habló por primera vez de malware y es que fue una palabra acuñada por el experto en seguridad informática Klaus Brunnstein. La creó para poder hacer referencia a lo que son programas de tipo malicioso.
Le dio forma utilizando el término latino “malus” y el vocablo “ware”, que tiene su origen en el germano.
Un programa es considerado como malware de acuerdo a los efectos que causa en una computadora (ordenador). Dichas consecuencias no son el resultado de un error o de un defecto, sino que el malware está programado para generar problemas.
Existen, de todos modos, diferentes tipos de malware. Algunos solamente buscan crear molestias menores a modo de broma, mientras que otros tienen un fin delictivo. Hay programas maliciosos que pueden escribir datos inválidos para corromper el sistema de archivos o que directamente borran información del disco rígido (disco duro).
Como hemos mencionado, son muchos los tipos de malware que existen. No obstante, entre los más significativos se encuentran algunos tales como los virus, los gusanos, los spyware, los adware e incluso los llamados troyanos.
Entre las acciones que puede desarrollar un malware una vez que se infiltra en una computadora, aparecen los ataques de denegación de servicio distribuido, el envío de correo basura y el robo de datos. En algunos casos, el usuario ni siquiera se entera de la intrusión.
Entre las señales que indican que un ordenador ha sido víctima de un malware están que funciona de forma ralentizada, que el sistema se bloquea de forma habitual, que la pantalla se llena de anuncios o que se ha producido una pérdida significativa del espacio que existe en el disco.
De la misma manera, también son señales el que tarde en cargarse, el que la temperatura del ordenador suba de forma contundente, navega de manera lenta, que se hayan producido cambios en la página de inicio e incluso que hayan podido desaparecer archivos.
Para protegerse del malware es posible recurrir a dos clases de herramientas. Por un lado, hay programas que brindan protección en tiempo real analizando el tráfico de la red e impidiendo que un malware se instale. Por otra parte, se puede apelar al software que busca y elimina el malware una vez que ya se instaló en la computadora.
En el mercado hay una gran variedad de programas que se presentan como anti-malware. No obstante, entre los más conocidos y utilizados se encuentran algunos tales como Malwarebytes, Norton, Total AV, McAfee, BitDefender e incluso Avira, por ejemplo.
Mantener actualizados el navegador y el sistema operativo y contar con un firewall y un antivirus son otras acciones que ayudan a resguardarse del malware.