Definición de juegos deportivos
Los juegos son actividades cuyo fin es la recreación de los participantes (denominados jugadores). Su práctica implica el respeto por una serie de reglas que rigen la dinámica del juego. Existen juegos donde participa un único jugador y otros múltiples, donde intervienen equipos.
Los juegos promueven el desarrollo de habilidades prácticas y psicológicas, mientras contribuyen al estímulo mental y físico. Por eso, además de proporcionar entretenimiento y diversión a los participantes, pueden cumplir con un rol educativo.
Los juegos deportivos combinan entretenimiento y competencia.
Características del deporte
El deporte, en cambio, consiste en la realización de una actividad física, donde también se respeta un conjunto de reglas. La diferencia con los juegos es que, en el ámbito deportivo, siempre existe el afán competitivo. Por eso, los deportes suponen una competencia que siempre arroja un resultado.
Aunque la capacidad física es muy importante para obtener un buen resultado final, existen otros factores que inciden en el desarrollo del deporte, como el equipamiento del deportista (su vestimenta, instrumentos, etc.) y la fortaleza mental.
En el deporte se conjuga la competencia con el entretenimiento tanto para los que lo practican como para los que lo ven. Por eso, los deportes son disciplinas profesionales, donde los deportistas reciben dinero por sus actividades y los espectadores pagan por asistir a los estadios y gimnasios. El fútbol y el béisbol, según el país, son ejemplos de deportes que mueven millones de dólares.
En qué consisten los juegos deportivos
Los juegos deportivos, en conclusión, son actividades que combinan, en mayor o menor medida, distintas facetas de los juegos y del deporte, como el entretenimiento, el desarrollo físico, el estímulo mental y la competencia.
El desarrollo físico y mental de los niños es uno de los objetivos de los juegos deportivos.
Es importante no confundir los juegos deportivos con los predeportivos, los cuales también apuntan al desarrollo físico y mental de los más pequeños a través de un acercamiento a los deportes de una manera menos exigente. Mientras que los juegos predeportivos se enfocan especialmente en el descubrimiento de las actividades y las propias habilidades, así como en la sociabilización, los deportivos priorizan las demandas técnicas, con tareas más difíciles de superar.
Otra de las diferencias principales entre ambos tipos de juegos es que los deportivos pueden ser individuales o grupales, y de hecho muchos de ellos se practican sin compañeros, algo que no es normal en los predeportivos. Esto responde claramente a la relevancia que tienen las cuestiones técnicas, la autosuperación para conseguir una destreza cada vez mayor en el camino hacia la práctica de un deporte completo.
Integración y competitividad
Si bien el deporte está abierto a todas las personas, en la práctica la discriminación, el machismo y ciertas exigencias hacen que muchas queden fuera. Los juegos deportivos, en cambio, vuelven mucho más fácil la integración, en particular aquellos que se practican de a uno.
Con respecto a la competitividad de los juegos deportivos, como se menciona más arriba, está presente por medio de las reglas y condiciones de victoria, pero nunca como el objetivo más importante sino como un hilo que fusiona todos los otros aspectos. En otras palabras, podemos decir que «ganar» no es la meta principal sino algo que los participantes pueden alcanzar si entienden correctamente lo que deben y lo que no deben hacer, si trabajan con sus compañeros de equipo y si aprovechan sus propias fortalezas.
Esto nos lleva al tema de la condición física. En el deporte es una de las bases, tanto para la admisión en un equipo como para el desempeño en pleno juego: un profesional no puede dejarse estar, comer de forma irresponsable o perder el estado físico. En cambio, los juegos deportivos no imponen barreras en este aspecto, aunque las propias exigencias técnicas inclinen a sus participantes de manera implícita hacia una vida sana.