Definición de invalidez
Antes de entrar de lleno en el significado del término invalidez, vamos a proceder a conocer su origen etimológico. En este caso, podemos subrayar que es una palabra que emana del latín, pues es el resultado de la unión de estos dos componentes léxicos:
-El término “invalidus”, que significa “que no tiene valor ni fuerza”.
-El sufijo “-ez”, que se usa para indicar “cualidad”.
Entre las palabras que funcionan como sinónimos de invalidez están incapacidad, disminución, debilidad, atrofia, debilidad, anquilosamiento, parálisis o incluso minusvalía. Por el contrario, entre sus antónimos nos encontramos con fortaleza o utilidad.
La invalidez es la condición de inválido. En el caso de los seres humanos, se califica como inválido a quien padece algún defecto mental o físico que dificulta o imposibilita el desarrollo de determinadas acciones o actividades.
De este modo, la invalidez implica un estado de incapacidad, que puede ser parcial o total y provisional o permanente. La definición formal o jurídica de invalidez varía según cada país y resulta muy importante para determinar el funcionamiento del sistema de pensiones, seguros, etc.
En algunas naciones, las personas que tienen una incapacidad intelectual o física mayor de un cierto porcentaje pueden solicitar un retiro por invalidez. Se trata de una prestación que brinda el Estado, concediendo una cantidad de dinero al sujeto para que pueda cubrir sus necesidades, teniendo en cuenta que no está en condiciones de trabajar para generar sus propios ingresos.
Se conoce como gran invalidez a la situación de alguien que padece una incapacidad laboral permanente y requiere del apoyo continuo de otra persona para desarrollar las acciones básicas de la vida cotidiana.
Es más, podemos establecer que la gran invalidez es el mayor grado de incapacidad que puede tener una persona. Esa significa que quien la tiene no solo no puede desempeñar un trabajo sino que, además, necesita la asistencia de otra persona para lo que es su día a día, como puede ser para llevar a cabo labores de higiene personal, para moverse de un lugar a otro e incluso para poder vestirse.
En España los trabajadores que cuentan con la citada gran invalidez tienen derecho a cobrar lo que es el 100 % de la base reguladora, además de a recibir un complemento por aquella.
Eso sí, para que le pueda ser reconocida esa situación no debe haber cumplido los 65 años, tiene que haber cumplido el tiempo mínimo de cotización exigido y, además, debe estar dado de alta en una situación similar (excedencia forzosa, cobrando el desempleo, maternidad, paternidad…).
Lo habitual es que una junta médica se encargue de analizar cada caso en particular para determinar, según criterios objetivos, la invalidez del sujeto. Hay casos en los cuales un hombre busca ser declarado inválido para recibir la pensión correspondiente y así no tener que trabajar, cuando en realidad sí cuenta con las capacidades físicas y mentales necesarias para cumplir con obligaciones laborales. Si la junta médica considera que no debe declararse la invalidez, la pensión es rechazada.