Definición de interespecífico
El primer paso que vamos a dar es conocer el origen etimológico del término interespecífico que nos ocupa. En concreto, podemos establecer que deriva del latín ya que es fruto de la unión de dos componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “inter-”, que puede traducirse como “entre”.
-El adjetivo “specificus”, que deriva de “species”, que es sinónimo “especie” o “aspecto”.
La Real Academia Española (RAE) no reconoce el término interespecífico en su diccionario. En cuanto al concepto de específico, lo define como aquello que caracteriza a algo y que le es propio.
Interespecífico y su variante en femenino (interespecífica) son términos que se usan en diversos contextos. En el terreno de la botánica, por ejemplo, se habla de híbrido interespecífico para aludir al ejemplar que resulta del cruzamiento entre dos especies diferentes que pertenecen al mismo género.
Un híbrido interespecífico, por lo tanto, se produce al cruzar especies que son distintas a nivel taxonómico. Numerosos estudios y pruebas han demostrado que los cruzamientos interespecíficos resultan viables.
Las relaciones interespecíficas, por otra parte, hacen referencia a un tipo de vínculo que establecen los organismos que conviven en un determinado ecosistema. Mientras que las relaciones intraespecíficas son forjadas por individuos de la misma especie, las relaciones interespecíficas las desarrollan miembros de especies distintas.
En concreto, podemos establecer que estos son los tipos de relaciones interespecíficas que se pueden dar:
-La depredación, que es la actividad de captura y muerte que unos animales, los depredadores, llevan a cabo sobre otros, las presas.
-El mutualismo. Esta relación interespecífica es la que se produce cuando dos especies deciden asociarse con el propósito de alcanzar un beneficio común.
-El parasitismo, que es cuando un ser vivo, el parásito, se encarga de vivir de los fluidos nutritivos de otro animal, que es el que responde al nombre de huésped.
-El comensalismo podemos establecer que es otro tipo de relación interespecífica en el que se establece una relación entre dos especies de tal forma que una, la llamada comensal, se beneficia de otra, la huésped, sin afectarla de forma significativa.
Asimismo, no podemos pasar por alto otro tipo de relaciones interespecíficas como pueden ser la competencia, la tanatocresis o incluso la conocida como foresia. Esta última podemos establecer que es la que tiene lugar cuando los miembros de una especie se encargan de utilizar a los de otra para poder moverse, por ejemplo.
El vínculo entre un parásito y su huésped es una relación interespecífica. En este caso, el parásito obtiene los recursos necesarios para su subsistencia de su huésped u hospedador. Las garrapatas son parásitos que mantienen una relación interespecífica con los perros, sus huéspedes.
Los depredadores y sus presas también desarrollan una relación interespecífica. El tigre, por mencionar un depredador, se alimenta de especies como el ciervo, que es su presa. Esto quiere decir que, en esta relación, el tigre consigue un beneficio (su alimento), mientras que el ciervo sufre un perjuicio (la muerte).