Definición de ínfulas
En el latín encontramos el origen etimológico del término ínfulas. Exactamente es un cultismo que procede de la palabra latina “infula” que puede traducirse como “soberbia”.
Utilizado por lo general en plural (ínfulas), el término alude a la cintas que cuelgan del sector posterior de la mitra, el sombrero que lucen los obispos cristianos.
En la antigüedad, la ínfula era una cinta de color blanco con tiras a los lados que se utilizaban para ceñir la cabeza los sacerdotes romanos y griegos. Dicho accesorio se empleaba en ocasiones en la cabeza de las personas que eran entregadas en sacrificio.
Actualmente las ínfulas forman parte de la mitra. Una mitra es una toca (prenda que va en la cabeza) que, en acontecimientos solemnes, usan los obispos, los arzobispos y otros líderes eclesiásticos.
Las ínfulas nacen en la parte posterior de dicha toca y descienden en la zona de la nuca por la espalda. Pueden exhibir la decoración de la mitra o contar con una cruz como ornamentación.
La idea de ínfulas aparece, en el lenguaje coloquial, para hacer referencia a las jactancias o los engreimientos de un individuo. Quien tiene ínfulas, de este modo, se siente superior a los demás y lo refleja a través de su vanidad o suficiencia.
En este sentido podemos establecer que el término ínfulas tiene como sinónimos a palabras tales como soberbia, grandilocuencia, ampulosidad, envanecimiento, arrogancia, altanería, jactancia, engreimiento, orgullo, humos e incluso aires. Por el contrario, entre sus antónimos están humildad, llaneza y sencillez, entre otros.
Supongamos que un joven está dando sus primeros pasos en el terreno de la música, sin contar aún con ningún álbum editado. El director de un teatro de su barrio, con el objetivo de apoyarlo y de colaborar con su incipiente carrera, le propone dar un show en el escenario de la institución. Ante la propuesta, el músico exige un cachet muy elevado, contar con un camerino privado con una decena de botellas de champagne y frutas frescas y el traslado desde su casa en un vehículo de alta gama. Frente a dicha actitud, en el teatro desisten de su contratación y comentan que el muchacho “tiene muchas ínfulas”.
Existen distintos personajes famosos que no dudan en mostrar sus ínfulas de superioridad. Uno de los casos más notables es el del jugador portugués de fútbol Cristiano Ronaldo. Este no deja de mostrar ínfulas de soberbia y de arrogancia tanto mediante su actitud como exponiendo oralmente que es el mejor jugador del mundo. Sin embargo, esa altanería y esos comentarios son ‘tirados por tierra’ por muchos especialistas de ese ámbito deportivo e incluso por expertos del sector que vienen a dejar claro que él no es el mejor jugador del mundo en este momento sino que lo es el argentino Messi, que le supera en muchas características.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que en el ámbito de la literatura nos topamos con obras que llevan en sus títulos el término que estamos abordando. Este sería el caso, por ejemplo, de la novela “Las historias de un bobo con ínfulas”. Se publicó en el año 2012, está escrita por José Antonio del Pozo y destaca porque no solo gira en torno al amor sino también sobre el humor.