Definición de infrarrojo
Lo primero que tenemos que establecer es que el origen etimológico del término que nos ocupa se encuentra en el latín. En concreto, es fruto de la suma de dos componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “infra-”, que puede traducirse como “debajo”.
-El adjetivo “russus”, que es sinónimo de “rojo subido”.
De la misma manera, hay que subrayar que es equivalente al término inglés “infrared”, que fue acuñado por un reconocido astrónomo, físico e inventor de origen estadounidense. Nos estamos refiriendo a Samuel Pierpont Langley (1834 – 1906), que también ha pasado a la historia por ser un pionero en el ámbito de la aviación y por crear el bolómetro, que es un dispositivo que se encarga de medir la cantidad total de radiación electromagnética.
Infrarrojo es un adjetivo que se emplea en el terreno de la física. El término alude a la radiación electromagnética cuya onda tiene una longitud superior al rojo (el color que aparece en el primer lugar dentro del espectro luminoso).
Cabe recordar que la radiación electromagnética combina campos eléctricos y campos magnéticos que oscilan y que se propagan trasladando energía. Estos campos generan ondas que viajan a la velocidad de la luz.
La radiación infrarroja, en este marco, presenta una longitud de onda mayor que la luz visible. Esta onda más larga hace que la frecuencia de las ondas infrarrojas sea menor que la frecuencia de la luz visible (ya que la frecuencia es la magnitud que refleja la cantidad de repeticiones de un suceso periódico por unidad de tiempo).
El rango de las longitudes de onda de la radiación infrarroja se ubica entre los 0,7 y los 1.000 micrómetros. De menor a mayor longitud de onda, puede distinguirse entre infrarrojo cercano, infrarrojo medio e infrarrojo lejano.
Es importante mencionar que la materia siempre emite radiación. En el caso de los seres vivos, una gran parte de la radiación se concreta en el espectro infrarrojo debido al calor corporal. De esta manera, existen sistemas de visión nocturna que, cuando la luminosidad no es suficiente, registran la radiación infrarroja de los cuerpos y la reflejan en una pantalla. Los elementos más calientes son los más luminosos.
En el ámbito de la fisioterapia tenemos que indicar que también se utiliza la radiación de infrarrojos. En concreto, se emplea a través de lámparas fundamentalmente que generan un calor superficial sobre distintas zonas del cuerpo del paciente en pro de llevar a cabo diferentes tratamientos para curar sus dolencias y afecciones.
Se considera que ese tipo de radiación es muy beneficiosa porque tiene un claro efecto antiinflamatorio, porque se encarga de relajar lo que se conoce como musculatura lisa, porque alivia de forma considerable el dolor e incluso porque tiene efectos de tipo descontracturantes.
Precisamente por esas ventajas y otras muchas más es utilizada dicha radiación infrarroja para tratar enfermedades o patologías tales como la artrosis, las lumbalgias o las contracturas.
El infrarrojo también se utiliza en los controles remotos o mandos a distancia, que recurren a estas ondas para no interferir con otras señales. En la luz de las fibras ópticas, por otro lado, también suele apelarse a infrarrojos.