Definición de ineludible
El primer paso que vamos a dar en pro de conocer a fondo el significado del término ineludible es descubrir su origen etimológico. En este caso, tenemos que señalar que se trata de una palabra que deriva del latín y que es el resultado de la suma de varios componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “in-”, que significa “no” o “sin”.
-El prefijo “ex-”, que es equivalente a “hacia fuera”.
-El verbo “ludere”, que es sinónimo de “luchar” y de “jugar”.
-El sufijo “-able”, que se usa para indicar “que puede”.
En algunos países, cumplir con el servicio militar es ineludible.
Noción de ineludible
Cuando algo no puede ser eludido, se lo califica como ineludible. Este adjetivo se emplea para hacer referencia a aquello que resulta inevitable o inexcusable.
Por ejemplo: “En nuestro país, participar del proceso electoral es una responsabilidad civil ineludible para todos los ciudadanos mayores de 18 años y menores de 70”, “El festival será una cita ineludible para los amantes del rock”, “Este gobierno tiene un compromiso ineludible con la educación”.
Otras palabras que ejercen como sinónimos de ineludible son inexorable, irremediable, imperioso e incluso insoslayable. Por el contrario, entre las palabras que funcionan como antónimos nos topamos con términos como remediable, evitable, excusable o incluso revocable.
Para los amantes de la literatura clásica, la lectura de «Don Quijote» es ineludible.
Lo obligatorio
La idea de ineludible suele usarse para aludir a lo obligatorio. Supongamos que, en una nación, al cumplir 18 años todos los jóvenes tienen que realizar el servicio militar durante doce meses. Se trata de un deber que no se puede evitar: es decir, que es ineludible.
Así, por ejemplo, se puede decir que el rey Felipe VI tiene una reunión ineludible con el político que ha conseguido mayor número de votos en las elecciones para poder ser el presidente del Gobierno. De la misma manera, una vez que se ha formado el mencionado Gobierno, los integrantes del mismo cuentan con un encuentro ineludible todos los viernes: el Consejo de Ministros.
Lo ineludible como lo imprescindible
Ineludible también es lo imprescindible o necesario. Tomemos el caso de un hombre que es despedido de su trabajo. Esta persona les explica a su esposa y a sus hijos que, mientras no encuentre un nuevo empleo, recortar los gastos familiares será ineludible, ya que deberán mantenerse con el dinero de la indemnización y de los ahorros. Si gastan demasiado, esos fondos se agotarán con rapidez y la familia empezará a endeudarse.
En el ámbito de la literatura se establece que los apasionados de ese campo es ineludible que lean y disfruten de algunas obras que están consideradas clásicos. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a “El Conde de Montecristo”, “Don Quijote de la Mancha”, “Bodas de sangre” o “El principito”.
En ocasiones, se menciona como ineludible a algo que, en realidad, no lo es. Un periodista puede afirmar que un cierto evento constituye un acontecimiento ineludible para quienes están interesados en la literatura, dando a entender que no deberían perderse la propuesta. Sin embargo, en el sentido estricto del término, no se trata de un hecho ineludible: aquel que disfrute las letras y no acuda al evento en cuestión podrá seguir con su vida sin grandes cambios.