Definición de indulto
Indulto procede del latín indultus y refiere a la gracia que permite eximir a alguien de un castigo o modificar una sanción. El término también se utiliza para nombrar al perdón que puede otorgar un presidente o mandatario para anular, reducir o cambiar un castigo.
El indulto, por lo tanto, puede considerarse como una vía para extinguir una responsabilidad del ámbito penal. Se diferencia de la amnistía ya que ésta supone que la falta se perdona, mientras que el indulto implica el perdón del cumplimiento del castigo aunque la persona aún sigue siendo considerada como culpable.
Si el indulto supone la eliminación de todas las sanciones aplicadas sobre el condenado, se habla de indulto total, mientras que si la remisión sólo afecta a algunos de los castigos, estamos ante un indulto parcial.
Crímenes de lesa humanidad
En Argentina, los indultos se asocian a la medida que tomó el ex presidente Carlos Saúl Menem entre octubre de 1989 y diciembre de 1990 para perdonar a los militares y los civiles que incurrieron en distintas clases de delitos durante la dictadura militar que gobernó el país desde 1976 hasta 1983.
Los beneficiados con esta medida tomada por Menem fueron todos los altos jefes militares y los líderes guerrilleros (Jorge Videla, Emilio Massera, Orlando Agosti, Roberto Viola, Ramón Camps, Guillermo Suárez Mason y Mario Firmenich), un número considerable de ciudadanos que habían sido acusados de subversión y que se encontraban fuera del país, detenidos o condenados, muchos de ellos desaparecidos, todo el personal militar tanto de la prefectura naval como del servicio de inteligencia y los ex-miembros de lo que se conoció como Junta Militar (Leopoldo Fortunato Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Arturo Ignacio Lami Dozo).
Pese a que dichos indultos tenían como objetivo convocar a la paz y la reconciliación, lo único que hicieron fue abrir una brecha todavía más ancha entre los partidarios de ambos bandos y sobre todo, demostrar la negligencia conque la justicia de este país asumió las miles de muertes y desaparecidos que dejó el gobierno de facto. Este rechazo de la verdadera justicia llevó a la venganza probada y a la violencia, porque si el propio sistema de leyes no aboga por los derechos de los ciudadanos, lo más probable es que éstos tomen la justicia por las manos.
Lo más grave de esta medida es que, si bien se supone que un gobierno democrático se caracteriza por representar las ideas del pueblo, el Estado no escuchó a ese pueblo que debía representar; el 75% del mismo se oponía rotundamente a los indultos.
Cabe mencionar que a partir de 2003, cuando el Congreso de la Nación de la República Argentina declaró que leyes de Punto Final y Obediencia Debida eran nulas, varios jueces empezaron a considerar que los indultos vinculados a crímenes calificados de lesa humanidad eran inconstitucionales, lo que permitió reabrir muchas causas.
Sobre este tema han hablado numerosos autores. Es cierto que en algunos casos puede tratarse de una medida positiva que lleve a una realización más real de la justicia, sin embargo en otros, como es el caso de los indultos a los que cometieron crímenes de lesa humanidad, que sin tener en cuenta los derechos de los individuos arrasaron con cientos y miles de vida sin ningún tipo de escrúpulo, estas medidas pueden ser nefastas.
Nos recuerdan que la democracia como tal no existe pues no sólo el Estado no representa los derechos y el pensamiento de gran parte de la población, sino que la justicia es una teoría que jamás se vuelve real porque el sistema judicial apoya los intereses de unos pocos poderosos y en base a los mismos establece decretos y leyes.