Definición de indigenismo
El concepto de indigenismo puede entenderse de distintas formas. De acuerdo a la primera acepción mencionada por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, así se denomina al conjunto de los estudios centrados en las poblaciones aborígenes del continente americano que actualmente se encuentran en naciones donde hay un predominio de la civilización europea.
También se llama indigenismo a la doctrina que defiende los derechos de los aborígenes y de los mestizos en los países latinoamericanos. Este movimiento impulsa reivindicaciones económicas, sociales y políticas para estos grupos.
Puede decirse que el indigenismo es una corriente dedicada a la investigación y la revalorización de los pueblos indígenas. En este marco, combate la discriminación que sufren estas culturas y lucha contra el eurocentrismo.
Las raíces del indigenismo se encuentran en la época colonial. Por entonces ya había reclamos y demandas para mejorar la situación de los pobladores nativos. Sin embargo, en el siglo XIX esta tendencia perdió fuerza, aunque luego comenzó a recuperarse en el siglo XX.
El indigenismo sostiene que los indígenas son víctimas del sistema, resultando marginados de la sociedad. Estas comunidades padecen opresión y explotación y no suelen recibir los beneficios que se vinculan al progreso de la civilización.
Es importante tener en cuenta que existen diversas ramas en el interior del indigenismo. Algunas se basan en el reclamo de la integración plena de los indígenas a la sociedad nacional y mundial, por ejemplo, mientras que otras exigen un reconocimiento a la especificidad indígena y una compensación por los siglos de perjuicios.
En el arte, por último, el indigenismo consiste en exaltar la temática indígena. La argentina Liliana Ancalao, el peruano Camilo Blas, la ecuatoriana Mónica Ojeda, el ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, la paraguaya Susy Delgado y el mexicano Diego Rivera se consideran artistas que desarrollaron el indigenismo.
Otra de las figuras más relevantes de este movimiento fue el salvadoreño Alejandro Marroquín, un antropólogo que dedicó gran parte de su trabajo a enriquecer la teoría que gira en torno al indigenismo. Entre sus obras más conocidas en este marco podemos mencionar Balance del indigenismo. Informe sobre la política indigenista en América, la cual se publicó en el año 1972 en México.
Para Marroquín, si entendemos este concepto como política de los estados su propósito es prestar atención a los problemas que azotan a los pueblos indígenas e intentar resolverlos para que se puedan integrar a la nacionalidad que les corresponde por el territorio en el que se encuentran y se encontraban antes de la colonización. En su estudio reconoce la siguiente clasificación:
* indigenismo político: también se conoce como revolucionario o reformista. Su origen tuvo lugar cuando se propuso que los indígenas participaran de los diversos proyectos de transformación que tenían lugar en sus tierras, como ser las revoluciones de Bolivia y México. Este tipo de indigenismo, señala Marroquín, hace hincapié en la reivindicación social del individuo y en su lucha por conservar su territorio. También entra el enfrentamiento con latifundistas, caciques, burócratas y gamonales;
* indigenismo comunitario: esta variante del anterior enfatiza el carácter colectivo de la propiedad de la tierra, así como las costumbres y los usos de la comunidad indígena,
* indigenismo desarrollista: apareció cuando los gobiernos comenzaron a preocuparse por la integración de los pueblos indígenas y sus tierras al desarrollo de la economía y el mercado de sus respectivos países. Es importante recordar que, además de la discriminación racial y cultural, estas personas sufren el impacto de las decisiones gubernamentales que acarrean tareas como la deforestación;
* indigenismo antropológico: se considera parte de la antropología, la ciencia dedicada al estudio del ser humano integrando todos sus aspectos, desde el físico hasta el cultural, y se relaciona ideológicamente con el desarrollista y el político.