Definición de incapacidad

Para poder conocer el significado del término incapacidad, lo primero que tenemos que hacer es descubrir su origen etimológico. En este caso, hay que exponer que se trata de una palabra que deriva del latín, exactamente de “incapacitas”, que puede traducirse como “cualidad de no ser capaz” y que es fruto de la suma de los siguientes componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “in-”, que significa “no” o “sin”.
-El verbo “capere”, que es sinónimo de “tomar”.
-El sufijo “-dad”, que se usa para indicar “cualidad”.

Se denomina incapacidad a la carencia de capacidad, preparación o entendimiento. Quien no tiene capacidad para hacer algo, no resulta apto o idóneo para dicha acción.

Por ejemplo: “El presidente ha evidenciado una notoria incapacidad para solucionar los conflictos sociales”, “Nuestra empresa lidia cotidianamente con la incapacidad de pago de muchos clientes, pero entendemos que la situación económica es compleja”, “Tras la fallida intervención quirúrgica, el hombre solicitó un subsidio por incapacidad laboral”.

En concreto, entre los sinónimos del término que nos ocupa podemos destacar palabras tales como inhabilidad, incompetencia, ineptitud, ignorancia, torpeza o penuria. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con palabras como habilidad, competencia, experiencia, conocimiento o aptitud.

En el ámbito del derecho, la incapacidad es la falta de aptitud legal para el ejercicio de ciertos cargos públicos o para la ejecución válida de determinadas acciones. Se entiende que la incapacidad jurídica, por lo tanto, es la ausencia de capacidad para adquirir o ejercer derechos.

Una persona con incapacidad jurídica debe contar con un curador o un tutor que salvaguarde sus derechos e intervenga en los actos que no puede realizar. Es importante mencionar que existen diversos grados de incapacidad.

En el plano del trabajo, por otra parte, la incapacidad es una situación transitoria o definitiva que surge por una enfermedad o un trastorno psíquico o físico que imposibilita el desarrollo de una actividad laboral. Aquel que presenta incapacidad laboral suele contar con derecho a recibir una prestación de seguridad social, ya que no está en condiciones de trabajar.

Además de todo lo expuesto, tenemos que señalar que cuando hablamos de incapacidad laboral hay dos tipos bien diferenciados:
-La incapacidad temporal, también llamada IT. Esta es la que sufre un trabajador que está imposibilitado para hacer su trabajo de manera puntual debido a una enfermedad o a un accidente y que requiere asistencia médica. La duración máxima de esta clase de incapacidad es de doce meses y durante la misma tiene derecho a su correspondiente subsidio.
-La incapacidad permanente, que también se conoce como IP, es la que padece el empleado que, tras haberse sometido al correspondiente tratamiento médico, ha visto reducida de forma considerable sus funciones fisiológicas de forma grave y de manera definitiva. De ahí que haya visto disminuida o anulada lo que es su capacidad para el trabajo.

A nivel general, se habla de incapacidad física cuando un individuo presenta la pérdida total o parcial de una capacidad innata debido a una lesión, una enfermedad adquirida o congénita u otro motivo. La incapacidad mental, a su vez, se vincula a una alteración del razonamiento que dificulta la adaptación a la sociedad o que impide el reconocimiento de la realidad.

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