Definición de imagen corporativa
El primer paso necesario y obligatorio para poder entender el significado del término que ahora nos ocupa es determinar su origen etimológico. En ese sentido, tenemos que decir que las dos palabras que lo conforman proceden del latín:
• Imagen emana de “imago”, que puede traducirse como retrato.
• Corporativa, por su parte, es fruto de la suma de dos componentes: “corpus”, que es sinónimo de cuerpo”, y el sufijo “-tivo”, que viene a indicar una relación pasiva o activa.
Imagen es la figura, apariencia, representación o semejanza de algo. La noción se emplea para nombrar a la representación visual que se realiza de un objeto a través de la fotografía, la pintura, el diseño u otras técnicas.
Corporativo, por otra parte, es lo perteneciente o relativo a una corporación. Este término (corporación) suele referirse a una empresa de grandes dimensiones o a una organización compuesta por personas que la gobiernan.
La noción de imagen corporativa, por lo tanto, está vinculada a la representación o figura de una gran entidad. El concepto suele referirse a la forma en que los consumidores perciben a la compañía, asociando ciertos valores a ella.
La imagen corporativa se compone de diversos elementos vinculados a la percepción. Por un lado, es posible distinguir elementos visuales, como un logotipo, un determinado color, una tipografía, etc. Se espera que la gente, al observar estas imágenes, piense inmediatamente en la empresa.
En concreto, tendríamos que decir que algunos de los elementos que dan forma a la imagen corporativa de una empresa son los siguientes:
• El nombre de la entidad, que es la primera impresión que tienen los clientes.
• El logo, que puede ser sólo palabras, sólo imágenes o bien una combinación letras e imágenes.
• El eslogan. Este para que triunfe y cale entre el público debe ser original, directo, diferente al que tienen los competidores y además debe transmitir credibilidad al negocio al que representa.
• El sitio web con un dominio propio.
• La apariencia. Con eso nos estamos refiriendo tanto al conjunto de folletos y medios publicitarios que utilice la empresa como a lo que es la vestimenta de los trabajadores o las tarjetas de presentación.
Otros factores que hacen a la imagen corporativa son más bien abstractos y apuntan a generar sensaciones o emociones que las personas terminan asociando con la marca. La imagen corporativa de una compañía, en este sentido, también se compone de las acciones solidarias que se hacen en nombre de ésta o de los eventos que la empresa decide a auspiciar.
Cabe destacar que, pese a los esfuerzos propios de cada empresa, la imagen corporativa también está influida por agentes externos, como los medios de comunicación, los sindicatos o las organizaciones no gubernamentales que emiten opiniones públicas y que pueden incidir en la percepción de la población.
En ocasiones las empresas se ven en la necesidad de tener que llevar a cabo un cambio de imagen corporativa. ¿Por qué? Por fusiones, cambios de nombre de la entidad, nuevos objetivos y estrategias, el establecimiento de nuevas líneas de negocio, problemas técnicos, implicación en casos judiciales.