Definición de higiene ambiental
Higiene es un término que hace referencia a la limpieza y al aseo. En el caso de la higiene ambiental, el concepto está vinculado a mantener las condiciones sanitarias del entorno para evitar que éste afecte la salud de las personas.
Más exactamente podemos decir que la higiene ambiental es la ciencia que se dedica tanto a la prevención como al control y a la mejora de las condiciones medioambientales que nos rodean y que son básicas y necesarias para poder mantener una perfecta salud pública. Eso hace, por tanto, que se dedique a cuidar especialmente el aire, el agua, los recursos naturales, el suelo, la flora y la fauna, entre otros elementos.
Y es que de esa citada higiene depende en gran medida que los seres humanos contemos con una buena calidad de vida. De ahí que dentro de su campo de acción se encuentren desde los controles de plagas en viviendas o edificios pasando por el desarrollo de acciones en materia de higiene escolar o sanitaria, entre otras.
La higiene ambiental, por lo tanto, implica el cuidado de los factores químicos, físicos y biológicos externos a la persona. Se trata de factores que podría incidir en la salud: por lo tanto, el objetivo de la higiene ambiental es prevenir las enfermedades a partir de la creación de ambientes saludables.
Se conoce como medicina ambiental a la disciplina que persigue a los agentes productores de enfermedades que fueron introducidos en el ambiente por la acción humana. La higiene ambiental debe cuidar la salud tanto de las generaciones actuales como de las futuras.
En este sentido podemos destacar que en los últimos años se ha producido un importante trabajo en materia de higiene ambiental para intentar acabar con la conocida como legionelosis esporádica, una enfermedad de tipo infeccioso que apareció en la década de los años 70. Se desconoce el origen de dicha patología, aunque se sabe que está producida por la bacteria Gram negativa aeróbica. Se establece que ella nace fundamentalmente en lo que son los aparatos de aire acondicionado, las torres de refrigeración e incluso el estancamiento del agua.
De ahí que cada año, especialmente en la época de verano, las autoridades pertinentes mantengan un control mucho más exhaustivo de los citados elementos para evitar que los ciudadanos se infecten de aquella.
La higiene ambiental incluye, por lo general, tareas de desinfección (para controlar las bacterias y organismos que son nocivos para la salud), fumigación, desinsectación y desratización.
Por ejemplo: si en una plaza alguien arroja desechos tóxicos, el Estado debe encargarse de la limpieza correspondiente a través de las oficinas vinculadas a la higiene ambiental. De esta manera se evitará que los niños y los sujetos que pasan por la plaza se enfermen al estar en contacto con dichos desechos.
Eliminar las ratas de una oficina pública es otro ejemplo de cómo se protege la higiene ambiental. Estos animales pueden generar diversas enfermedades en los seres humanos. Lo más usual, en caso de hallarse ratas, es desalojar el sitio en cuestión y dejar actuar a los especialistas.