Definición de gametos
La etimología de gameto remite a gamétēs o gametḗ, vocablos griegos que se traducen como “marido” y “esposa” respectivamente. El concepto se emplea en el terreno de la biología para aludir a las células sexuales.
Cuando un gameto masculino se une a un gameto femenino en el marco de la reproducción sexual de las plantas y de los animales, se forma un cigoto o zigoto. Esta célula resultante de la reproducción, también conocida como huevo, atraviesa una segmentación y da inicio al desarrollo embrionario que luego deriva en la aparición de un nuevo ejemplar.
Cada gameto tiene un único juego de cromosomas. Con la fecundación, al fusionarse con el gameto del sexo opuesto, el cigoto ya presenta las dos versiones de la información genética que finalmente determina las características físicas del individuo.
En el caso de los animales, incluyendo al ser humano, el gameto masculino recibe el nombre de espermatozoide, mientras que el gameto femenino se denomina óvulo. El cigoto resultante de la fecundación es diploide: dispone de dos conjuntos de cromosomas (uno de cada sexo).
La gametogénesis es el proceso que permite el desarrollo de los gametos. Los órganos de los animales que posibilitan la producción de gametos se denomina gónadas.
Las gónadas del hombre son los testículos, que producen los espermatozoides y la testosterona. Las gónadas de la mujer, en tanto, son los ovarios, responsables de la producción de los óvulos y de las hormonas sexuales femeninas. Cuando el hombre introduce su pene en la vagina de la mujer durante el acto sexual y eyacula, sus gametos (espermatozoides) pueden unirse a los gametos femeninos (óvulos) y así lograr la reproducción.
En el año 2016, un grupo de científicos del Instituto Valenciano de Infertilidad dio a conocer los resultados iniciales de su técnica para obtener células germinales (o sea, gametos) a partir de células de la piel. Para ello es necesario reprogramarlas, y de este modo es posible crear gametos in vitro de una forma que hasta ese momento no tenía precedentes.
A los investigadores valencianos les tomó cinco años de intensa labor llegar a dar este salto en la ciencia de la fertilidad. La investigación se publicó en la revista multidisciplinaria de libre acceso Scientific Reports, la cual goza de un gran prestigio entre los científicos de todas las áreas. La innovación que supone este descubrimiento no es para nada despreciable ya que permitirá por primera vez en la historia obtener los gametos de células pertenecientes a la misma persona que, por sus problemas de infertilidad, no los posee de forma natural.
La experimentación con animales no es ilegal en todo el mundo, y por esta razón el grupo de científicos del Instituto Valenciano de Infertilidad no tuvo problemas para probar su técnica en un gran número de ratones, sujetos en los cuales obtuvieron resultados muy favorables. El director del instituto, Carlos Simón, señala que existe una diferencia importante para las personas con infertilidad entre conseguir los gametos de parte de un donante y como resultado de la reprogramación de sus propias células; en otras palabras, los pacientes sienten que sus hijos son completamente suyos.
Ante estas declaraciones, así como el hecho de experimentar con animales, surgen muchas controversias. ¿Por qué los seres humanos no podemos aceptar la enfermedad, la infertilidad, la muerte, mientras que el resto de las especies se limitan a vivir dentro de sus posibilidades? Por otro lado, ¿cómo se explica que tantos científicos no sientan compasión por esos animales a los que torturan para probar sus teorías? Estas cuestiones dividen a la sociedad en dos extremos, y muchos se manifiestan a favor de la igualdad, pero aún queda mucho camino por recorrer antes de que las personas aprendamos a convivir en paz con los demás animales.