Definición de fidedigno
El origen etimológico del término fidedigno podemos establecer que se encuentra en el latín, ya que es fruto de la suma de dos componentes léxicos de dicha lengua:
-El sustantivo “fides”, que puede traducirse como “confianza” y “fe”.
-El adjetivo “dignus”, que es sinónimo de “merecedor” y de “digno”.
Lo fidedigno, por lo tanto, es aquello digno de fe.
Por ejemplo: “La población no debería preocuparse ya que nuestro sistema electoral es fidedigno”, “El fisco está trabajando en el desarrollo de un sitio web fidedigno que permita a los contribuyentes consultar su situación tributaria”, “La propuesta parecía fidedigna, pero terminó siendo una estafa”.
Algo fidedigno, en definitiva, merece crédito o confianza gracias a sus características o propiedades.
Por todo lo expuesto, podemos establecer que entre los sinónimos de fidedigno se encuentran palabras tales como auténtico, veraz, verídico, fiable o fehaciente, entre otras. En cuanto a lo que son sus antónimos se hallan términos tales como falso o dudoso, por ejemplo.
En el ámbito del periodismo, un dato fidedigno es confiable y, por lo tanto, puede publicarse o utilizarse como pilar para avanzar en el desarrollo de una nota. En este caso, la cualidad muchas veces está dada por la fiabilidad de la fuente (es decir, de la persona que aportó el dato en cuestión).
Un estudio fidedigno, por su parte, presenta resultados irrefutables o inequívocos. Si una institución con varias décadas de historia realiza una investigación con la participación de un destacado grupo de profesionales y expertos, es probable que ese trabajo se considere fidedigno. En cambio, si una entidad cuya financiación es incierta y sus responsables son desconocidos da a conocer un informe con conclusiones muy llamativas por lo improbables, pocos se animarían a afirmar que se trata de un trabajo fidedigno.
Otro ejemplo es que, de la misma manera, se viene a indicar que cuando se utiliza Internet para obtener algún tipo de información médica sobre una enfermedad o una dolencia es importante que se recurra a lo que son fuentes fidedignas y a recursos que también lo sean. Y es que no vale cualquier noticia publicada, hay que acudir a organismos, instituciones o celebridades especializadas en ese sector de la salud. Solo así se garantizará que los datos obtenidos son veraces.
Precisamente por este motivo se establece que a la hora de poder determinar si una fuente de Internet es fidedigna o no hay que analizarla en base a varios criterios. Así, hay que tener en cuenta dónde se encontró, la autoridad que posee, el dominio que tiene su página web así como también la vigencia que tiene, la funcionalidad con la que cuenta y, por supuesto, lo que es tanto su precisión como la objetividad por la que se caracteriza.
Una fotografía y un documental audiovisual, por otro lado, suelen constituirse como reflejos fidedignos de la realidad. Más allá de que siempre incluyen una mirada subjetiva, estos materiales intentan presentar lo real tal cual es.