Definición de ferrocarril

El primer paso que vamos a dar es determinar el origen etimológico del término ferrocarril que ahora nos ocupa. En concreto, tenemos que decir que emana del latín, ya que es fruto de la suma de dos palabras de dicha lengua:
• “Ferrum”, que puede traducirse como “hierro”.
• “Carrus”, que se usaba para referirse a todo “vehículo con ruedas”.

La vía creada a partir de dos carriles dispuestos de forma paralela que permiten el rodaje de un tren recibe el nombre de ferrocarril. El material utilizado para la creación de estos carriles suele ser el hierro; de allí el nombre de ferrocarril.

El concepto no sólo se emplea para nombrar al camino de rieles, sino que también se usa para referirse al tren (el medio de transporte que se forma con varios vagones arrastrados por una locomotora) y a la infraestructura y equipamiento que permiten el desarrollo de este medio de locomoción.

Por ejemplo: “La creación de una extensa red de ferrocarriles fue muy importante para la economía local, ya que permitió la exportación de numerosos productos”, “Disculpe, ¿el ferrocarril llega hasta Puerto San Juan?”, “Mi abuelo llegó a este país para trabajar en el ferrocarril”.

A lo largo de la Historia han existido diversos acontecimientos que han sido fundamentales para el desarrollo y mejora del ferrocarril. Entre aquellos podríamos destacar los siguientes:
• Año 1550: se comienzan a establecer lo que eran los carriles de madera en los ferrocarriles de vía estrecha que se emplean en las minas.
• Año 1768: se fabrica el primer carril de hierro.
• Año 1769: el ingeniero e inventor escocés James Watt patenta la locomotora de vapor.
• Año 1830: se lleva a cabo la inauguración de la primera línea de ferrocarril interurbano. En concreto esta unía Liverpool y Manchester.
• Año 1857: empiezan a fabricarse los primeros carriles de acero.
• Año 1883: comienza a funcionar el primer ferrocarril con suministro eléctrico en la vía. Se trataba de un tranvía de Irlanda, que comunicaba Giant´s Causeway y Portrush.
• Año 1964: se inaugura la primera línea de alta velocidad de ferrocarril. Se puso en marcha en Japón y respondía al nombre de Shinkansen.

Como sistema de transporte, el ferrocarril es una de las opciones más populares en todo el mundo. A diferencia del autobús o el ómnibus, el ferrocarril no causa grandes daños al medio ambiente. El combustible que consume es reducido, al igual que sus emisiones contaminantes.

El ferrocarril, por otra parte, tiene la capacidad de transportar una gran cantidad de gente en un mismo viaje, ya que la sucesión de vagones le confiere una buena capacidad. Esto hace que suela resultar económico y también ecológico (traslada a muchas personas en un mismo desplazamiento).

El desarrollo del ferrocarril dentro de las grandes ciudades, sin embargo, implica ciertos riesgos. Se conoce como paso a nivel a la intersección entre una vía por la que circula un tren y un camino (carretera, ruta, calle, etc.). Aunque se usan sistemas de seguridad como barreras, luces o señales para regular el paso e impedir las colisiones, el tráfico fluido de vehículos hace que los accidentes sean bastante frecuentes.

Hay que destacar que también en las urbes existe el llamado ferrocarril suburbano. Se trata de un término que se usa para referirse al metro, ese otro tren que circula bajo tierra y que permite comunicar de manera rápida y directa distintos rincones de la misma población.

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