Definición de favorecer

El verbo favorecer está vinculado a la idea de favor: brindar colaboración o asistencia. Al favorecer a un individuo, se le concede amparo, se le da un beneficio o se le otorga una ayuda. Por ejemplo: “El dueño de la empresa siempre trata de favorecer a los empleados que más se esfuerzan”, “No te preocupes: si tengo que tomar una decisión, te voy a favorecer”, “El gobernador fue acusado de favorecer a su sobrino a través de un decreto”.

En ciertos contextos, favorecer es una acción condenable desde el punto de vista ético o incluso desde el plano legal. Un juez, por citar un caso, debe ser imparcial: sus decisiones, más allá de la interpretación que realice de las leyes, tienen que estar atadas a hechos concretos y objetivos. Por eso no debería favorecer a un amigo con decisiones que no están sustentadas por la legislación. En un sentido similar, un gobernante no puede tomar medidas para favorecer a sus familiares, sino que tiene que gobernar por el bien común.

Favorecer, por otra parte, supone respaldar o impulsar una causa, un proyecto, una iniciativa, etc. Un presidente puede ejecutar políticas para favorecer el crecimiento de la economía: es decir, para contribuir con el desarrollo de la producción, la creación de puestos de empleo y el progreso en general.

Un comercio, en tanto, puede dejar de entregar bolsas de plástico a sus clientes con el objetivo de favorecer el cuidado del medio ambiente. Como el plástico es un material contaminante y no es biodegradable, el comerciante es consciente de lo dañino que pueden resultar estas bolsas y decide no utilizarlas más.

Si recurrimos a un diccionario de sinónimos, encontramos la siguiente lista de términos que pueden usarse en muchos casos para sustituir el verbo favorecer, aunque siempre debemos prestar atención al contexto antes de proceder a realizar el reemplazo: beneficiar, ayudar, asistir, amparar, cooperar, auxiliar, fomentar, servir, proteger, socorrer y patrocinar. Con respecto a sus antónimos, podemos mencionar los siguientes dos: perjudicar y desamparar.

Comencemos evaluando algunos de los sinónimos, tomando como referencia los ejemplos planteados en los párrafos anteriores. Si pensamos en una persona que ocupa un cargo directivo en una empresa y hace todo lo posible por favorecer a sus empleados más dedicados, podríamos decir que los beneficia, e incluso que por medio de esta acción fomenta o patrocina su actitud frente al trabajo.

Por el contrario, si pasara por alto los muchos esfuerzos de los empleados y se negara a compensarlos de manera adecuada, también podríamos usar uno de los antónimos de favorecer para decir que los desampara, ya que no les ofrece esa protección que merecen por estar a su cargo y dedicar horas de su día a una empresa de terceros. Una de las consecuencias de esta negligencia es la disminución del rendimiento de los empleados, algo que suele ocurrir cuando se desmotivan ante la falta de incentivos por parte de sus superiores.

En el caso del juez que favorece a un amigo o familiar, también podemos hablar de ayudar o incluso de cooperar, dependiendo de la situación, pero siempre en perjuicio de los derechos de su pueblo. En definitiva, cualquier acción que sirva para mejorar las condiciones de un determinado fenómeno o que promueva el éxito de un tercero en la búsqueda de sus propias metas entra en el marco de esta definición.

Si bien los antónimos antes propuestos son válidos, también podemos divisar un punto intermedio entre el beneficio y el perjuicio, precisamente donde se halla la negligencia: pasar por alto las necesidades ajenas puede ser tan grave o incluso peor que ir en su contra.

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