Definición de factible
En el latín es donde se encuentra el origen del término factible. En concreto, deriva de “factibilis”, que puede traducirse como “que se puede hacer” y que es fruto de la suma de dos componentes léxicos:
-El sustantivo “factum”, que es sinónimo de “hecho”.
-El sufijo “-ible”, que se usa para indicar posibilidad.
Este adjetivo, por lo tanto, califica a lo que se puede realizar.
Por ejemplo: “Estamos buscando alguna solución factible al problema generado por las inundaciones”, “Creo que un nuevo aumento en las tarifas de los servicios públicos no es factible”, “El gobierno piensa que es factible alcanzar un acuerdo con los sindicatos antes de la finalización del segundo trimestre”.
Tenemos que conocer que entre los sinónimos de factible se encuentran palabras tales como viable, posible, practicable, realizable o hacedero, entre otros. En cuanto a antónimos de ese término nos encontramos con palabras tales como imposible, improbable, irrealizable, impracticable, inviable, utópico, inasequible, inalcanzable…
Lo factible es lo probable, en el sentido de que existen probabilidades o posibilidades de concretarlo. Es factible que una persona que se encuentra en Buenos Aires llegue a Madrid en unas doce horas, ya que ese es el tiempo aproximado que demora un vuelo entre ambas ciudades. En cambio, no es factible que el individuo haga el mismo trayecto en veinte minutos: no existe actualmente ningún medio de transporte capaz de recorrer tanta distancia en tan poco tiempo.
Un meteorólogo, por su parte, puede afirmar que es factible que llueva en una determinada región en los próximos días. El especialista llega a esta conclusión cuando, al analizar la información proporcionada por satélites, advierte que las condiciones meteorológicas podrían desencadenar las precipitaciones.
Dentro del ámbito empresarial se utiliza mucho el término que nos ocupa. Así, ejemplos de ello son frases como “Se trata de un plan negocios muy ambicioso, pero que es factible”; “El informe presentado por el departamento que dirige Rueda establece unas medidas que son factibles” o “Las decisiones tomadas son factibles y van a permitir el reelanzamiento de la compañía”.
También en el ámbito político es muy habitual que se emplee la mencionada palabra. Buena muestra de esto son ejemplos como estos: “Las medidas adoptadas por el gobierno son factibles para acabar con los problemas dentro del ámbito educativo”, “El partido de la oposición ha planteado que el plan de recortes no es factible para acabar con la crisis” o “La comisión antiterrorista se ha reunido en pro de darle forma a una estrategia que sea factible y eficaz”.
En ocasiones se utiliza la idea de factible vinculada a lo conveniente o lo recomendable. Un analista político, por citar un caso, puede considerar que no es factible que el gobierno suba los impuestos ya que la población, debido a la situación económica y social, podría enfurecerse con la medida, algo que no le conviene a las autoridades. Sin embargo, el gobierno sí puede decidir el aumento, aunque no sea una medida aconsejable.