Definición de exógeno
El adjetivo exógeno alude a aquello cuyo origen es externo (exterior). El término suele emplearse en el terreno de la biología y en el ámbito de la geología, por ejemplo.
En el plano biológico se califica como exógeno al órgano, el agente, la sustancia, el efecto o el estímulo que nace fuera del organismo. Un trastorno de salud, en este marco, puede tener causas exógenas o endógenas.
Los factores ambientales que inciden en un feto en formación, por citar un caso, son exógenos. Si la madre, en su trabajo, inhala sustancias tóxicas que se encuentran en el aire, su bebé puede sufrir diversos inconvenientes. Esos problemas tienen un origen exógeno.
Una infección exógena, por otra parte, se produce cuando el agente llega al huésped procedente de una fuente externa. Esto ocurre con las enfermedades de transmisión sexual. En las infecciones endógenas, el agente ya está colonizando el huésped y el proceso infeccioso se desencadena a partir de una modificación de la relación agente-huésped.
Para la psicología, la depresión exógena es la que surge por sucesos externos: quedarse sin empleo, sufrir la muerte de un familiar, etc. La depresión endógena, en cambio, irrumpe en el cerebro sin que haya un factor externo, motivada por alteraciones fisiológicas o causas genéticas.
Si bien la depresión puede originarse por diferentes causas, los síntomas de ambas clases son bastante similares en la mayoría de los casos. Este es uno de los primeros obstáculos a la hora de diagnosticarla y, por lo tanto, de indicar un tratamiento adecuado. Sin embargo, algunos de los síntomas más específicos pueden ayudar a los psicólogos a determinar su origen incluso si el paciente no lo ha evidenciado.
Uno de ellos es el pesimismo con respecto al futuro. ¿Por qué este síntoma no es tan común en la depresión endógena como en la exógena? Porque en el primer tipo la persona puede sufrir la enfermedad desde muy temprana edad y llegar a «acostumbrarse» a los altibajos que acarrea, mientras que en el segundo es común que viva una gran decepción a causa de un suceso que lo sorprenda y lo lleve a perder la esperanza en general.
Este pesimismo también tiende a opacar las cosas positivas que tienen lugar en su vida. Otro de los síntomas más comunes es la irritabilidad, que suele venir acompañada de la ansiedad. Si pensamos que un factor externo cambia la vida del paciente para peor y sin previo aviso, es entendible que se vuelva desconfiado, que sienta que la mala suerte lo persigue y que se enfade ante cualquier cosa que no salga como espera, pensando que la desgracia está a la vuelta de la esquina.
Como consecuencia lógica de estas alteraciones en la personalidad aparece una pérdida de interés en las cosas y la gente que rodea al individuo, incluso en sus actividades favoritas. La mera posibilidad de que otro hito negativo irrumpa en su vida lo lleva a encerrarse en sí mismo para protegerse.
La alteración del sueño es otro de los síntomas de la depresión exógena. Esto puede notarse en los dos extremos: dormir demasiado o tener mucha dificultad para conciliar el sueño. También es común que el paciente corte sus lazos con familiares y amigos, como parte de la pérdida de interés en la vida misma. Para tratar esta enfermedad se puede recurrir a terapia y fármacos.
De acuerdo a la geología, un fenómeno exógeno (o una fuerza exógena) se desarrolla en la superficie del planeta. No tienen lugar, por lo tanto, en el interior de la Tierra.
La energía exógena, por último, no proviene de adentro del cuerpo, a diferencia de la energía endógena (generada a través de la alimentación).