Definición de electromedicina

El concepto de electromedicina hace referencia a la aplicación de la electricidad en el ámbito de la medicina. Se trata de una especialidad que forma parte del conjunto de las denominadas ciencias de la salud.

Antes de avanzar, es importante analizar las ideas principales que se asocian a este término. La electricidad es una fuerza manifestada a partir del rechazo o la atracción entre partículas con carga. Su origen radica en la presencia de dos tipos de partículas elementales: los protones (que tienen carga positiva) y los electrones (con carga negativa). Esta fuerza es la base de una forma de energía, también mencionada como electricidad.

La medicina, en tanto, es el conjunto de las técnicas y los saberes que permiten prevenir, diagnosticar, tratar y/o rehabilitar los distintos trastornos de salud que pueden padecer las personas. Al profesional de esta área se lo conoce como médico.

Retomando la idea de electromedicina, supone el aprovechamiento de la fuerza o la energía basada en la interacción de las partículas cargadas para realizar un diagnóstico o un tratamiento médico. La electromedicina, de este modo, posibilita el diseño, la fabricación y el uso de equipamientos eléctricos que se emplean en el terreno de la medicina o de las ciencias de la salud en general.

La electromedicina permite el desarrollo de diagnósticos.

Misión de la electromedicina

En la electromedicina intervienen conocimientos de informática, electrónica, física, matemáticas, biología y fisiología, entre otras áreas. Por eso sus especialistas reciben una formación interdisciplinaria que les garantiza el sustento teórico imprescindible para el desarrollo de sus tareas.

Los expertos en electromedicina están en condiciones de trabajar en el diseño, la construcción y la restauración de equipos de tecnología médica o tecnología sanitaria. Este instrumental se usa para diagnosticar, tratar y controlar las enfermedades o las afecciones que inciden en el bienestar de los individuos.

Puede decirse, en definitiva, que la electromedicina hace posible que se apliquen la ciencia y la tecnología en el cuidado de la salud, ya sea para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento o la rehabilitación.

Los centros de salud se apoyan en la electromedicina.

Lo que busca la electromedicina es mejorar y extender la vida. Sus aportes contribuyen a la detección precoz de enfermedades; a minimizar el dolor; a atenuar las consecuencias de las lesiones; y a paliar o revertir una discapacidad, por ejemplo.

Aplicación de estos conocimientos

La electromedicina interviene de múltiples maneras en la actividad cotidiana de los hospitales y los centros de salud. El monitoreo de los signos vitales y la asistencia temporal a un órgano, por mencionar dos casos, se llevan a cabo gracias a la electromedicina.

El técnico universitario en electromedicina está capacitado para realizar la instalación, el mantenimiento y la reparación de los dispositivos, detectando y solucionando eventuales fallos y concretando los ajustes necesarios para su correcto funcionamiento. También puede brindar asesoramiento en todo lo referente a las tecnologías de la salud y capacitar a los médicos en el uso de los equipos.

Lo habitual es que el especialista en electromedicina cumpla sus funciones laborales en un centro sanitario, ya sea un hospital, una clínica, un sanatorio u otra institución pública o privada. También puede trabajar en las empresas que se dedican a fabricar y distribuir este tipo de productos.

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