Definición de doblaje
Se denomina doblaje al procedimiento que se lleva a cabo para reemplazar la voz de un actor de televisión o de cine por una diferente, ya sea en su mismo idioma o en otro. La práctica es muy habitual como método de traducción.
Por ejemplo: “El joven actor se encargará del doblaje del personaje principal de la nueva película de Pixar”, “En mi juventud desarrollé una exitosa carrera como actor de doblaje”, “Prefiero las películas subtituladas, no me gustan los doblajes”.
El doblaje consiste en la grabación y sustitución de voces. El objetivo es reemplazar los diálogos registrados por actores en su lengua original por otros diálogos que resulten semejantes o iguales, generalmente en un idioma distinto.
Quienes aportan las nuevas voces son conocidos como actores de doblaje. Estos intérpretes deben sincronizar sus locuciones con las pronunciadas originalmente para que, cuando el actor en pantalla mueva la boca al hablar, se oiga el doblaje como si él estuviera expresando dicho parlamento.
Tomemos el caso de la serie animada Los Simpson. En su versión original, la voz de Homero Simpson (o Homer Simpson) es aportada por Dan Castellaneta. En América Latina, el doblaje del personaje lo realizó Humberto Vélez hasta la 15º temporada. Esto quiere decir que los televidentes latinoamericanos, al ver los diferentes capítulos de Los Simpson, no escuchaban la voz de Castellaneta, sino la de Vélez.
En ocasiones, el doblaje no se lleva a cabo para traducir el idioma original. Cuando un personaje debe interpretar un tema musical, por ejemplo, es posible recurrir a un cantante para doblar solo esa parte de la historia si el actor no tiene la habilidad suficiente o si su voz no es adecuada para la pieza.
El doblaje trasciende los límites de la técnica en sí misma y de los ámbitos en los cuales se aplica. Dada la importancia de la ficción en el desarrollo de nuestra especie como recurso para ejercitar nuestra imaginación y ampliar nuestros horizontes, el modo en el cual nos llega el cine y la televisión es determinante para nuestro crecimiento.
Mientras que en algunos países la mayoría de las personas rechaza el doblaje en pos de las voces originales de las películas y las series de televisión, en otros constituye la forma normal en la que se consumen. Esta diferencia es crucial en la relación que cada persona tiene con dichas creaciones y con el mundo en general.
Acostumbrarse a que el contenido extranjero llegue traducido y doblado genera una sensación de seguridad, ya que «siempre comprenderemos todo lo que cruce nuestras fronteras». Esta comodidad puede convertirse en un arma de doble filo si nos lleva a pensar que nunca nos veremos en una situación donde tengamos que hacer un esfuerzo para entender a los demás o, peor aún, para hacernos entender.
Pero el «ángel de la guarda» del doblaje no nos acompaña cuando viajamos al extranjero y destruimos los demás idiomas o nos damos cuenta de que ni siquiera somos capaces de entender las expresiones básicas. Los subtítulos nos ofrecen una experiencia totalmente diferente, aunque lejos esté de ser perfecta.
Si bien la mejor manera de disfrutar cualquier obra es en su idioma original, los subtítulos no ensucian el contenido con sonidos que no forman parte de ella. El problema principal no radica en las palabras sino en las expresiones y las cuestiones culturales que aparecen implícitas, tanto en la lengua como en los escenarios: no es posible traducirlo todo, ni grabando nuevos diálogos ni subtitulando los originales, por lo cual se trata de escoger «el mal menor» para al menos poder disfrutar de una porción de la obra.