Definición de disquete
Se denomina disquete a un elemento que permite almacenar datos digitales. También conocido como diskette, disco flexible o floppy disk, consta de un disco magnético protegido por una cubierta rectangular o cuadrada de plástico.
Décadas atrás los disquetes eran el soporte de almacenamiento más usado en las computadoras (ordenadores). No solo se utilizaban para guardar información (documentos de oficina, fotografías, software, etc.), sino también para trasladarla de un equipo a otro.
En este marco, las computadoras solían contar con una disquetera: una unidad que permitía escribir (grabar) y leer los disquetes. Por lo tanto, una persona podía insertar un disquete en la disquetera y copiar documentos que tenía guardados en el disco rígido (disco duro). Luego, dicho disquete podía trasladarse a otras computadoras, siempre que estuvieran equipadas con la correspondiente disquetera.
Los disquetes de 5 ¼ pulgadas fueron los primeros discos flexibles que lograron volverse masivos. Estos disquetes tenían una capacidad de almacenamiento de 1,2 MB. Con el tiempo, surgieron los disquetes de 3 ½ pulgadas, más chicos en cuanto a su tamaño físico pero con mayor capacidad de almacenamiento: 1,44 MB.
Varios motivos hicieron que, con el correr de los años, los disquetes quedaran en desuso. El principal: su escasa capacidad en comparación a la ofrecida por tecnologías más avanzadas. Los CD-ROM, donde se pueden guardar hasta 700 MB de información, pronto los superaron. Luego se sumaron otras opciones, como el almacenamiento en la nube y las memorias USB.
Los disquetes, por otra parte, solían dañarse con facilidad, ya sea por la cercanía de un campo magnético exterior o por la acumulación de suciedad. Los soportes de almacenamiento que surgieron con posterioridad resultan, por lo general, más resistentes.
Una de las particularidades de los disquetes que no tiene relación alguna con su tecnología es que no todas las personas de habla hispana lo llamaban de la misma forma, en gran parte por tratarse de un término de origen extranjero que no se usaba transliterado de igual manera en todas las regiones. Por ejemplo, había quienes los denominaban «diskettes«, término que pronunciaban /diskets/, pero también quienes les decían «disquetes» o, simplemente, «discos».
Así como ocurre con otros inventos tecnológicos, tales como las consolas de videojuegos y los ordenadores más antiguos, no todo el mundo se ha olvidado de la existencia de los disquetes, sino que, por el contrario, hay mucha gente que aún continúa usándolos por cuestiones de nostalgia. Dado que muchos de los programas y juegos clásicos se almacenaban en este medio, los coleccionistas no pueden resistirse a usarlos tal y como se comercializaron en su época.
Sobra decir que, si ya en su momento era difícil mantener un disquete en buenas condiciones y a salvo de los campos magnéticos, su cuidado en la actualidad puede resultar especialmente trabajoso ya que a sus desventajas originales se suma el hecho de que fueron fabricados hace varias décadas. Sin embargo, esto no frena a los amantes de lo «retro«, y por eso el disquete sigue vivo en miles de estanterías y cajones, junto con ratones de uno y dos botones, con impresoras de matriz de punto y monitores de tubo.
Uno de los rasgos más llamativos de los disquetes es que cuentan con un mecanismo de seguridad que le permite al usuario proteger el contenido contra la reescritura o el borrado por accidente. No se trata de una técnica inviolable ni dependiente de una contraseña; por el contrario, en una de las caras del disco hay un pequeño pestillo que se puede mover en dos sentidos, uno para permitir la escritura y otro para prohibirla. Esto sirve simplemente para el propio usuario y para las personas de confianza, pero no tiene ninguna validez ante el uso malicioso.