Definición de disgusto
Lo primero que vamos a hacer es conocer el origen etimológico del término disgusto que ahora nos ocupa. En este caso, podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del latín, pues es fruto de la unión de varios componentes de dicha lengua:
-El prefijo “dis-”, que puede traducirse como “separación”.
-El término “gustus”, que se emplea para indicar la acción de saborear.
Un disgusto es un sentimiento negativo que se experimenta por una desilusión, un desengaño u otro tipo de contrariedad. Puede decirse que surge cuando un individuo recibe una mala noticia.
Por ejemplo: “Aún no logro superar el disgusto que me provocó enterarme del fallecimiento de mi vecino”, “Tuve muchos disgustos a lo largo de mi vida, pero siempre logré sobreponerme y salir adelante”, “Te pido por favor que no me des otro disgusto: ya tuve suficiente por hoy”.
Entre los sinónimos de disgusto están pesar, enfado, pesadumbre, desagrado, desazón o hastío. Por otro lado, entre los antónimos destacan agrado, alegría, gusto…
De acuerdo a su origen, el disgusto puede tener distintas características. Muchas veces se lo vincula al dolor o a la tristeza que causan determinados acontecimientos. Quedarse sin empleo es un disgusto: la persona sufre ya que sabe que, al no tener trabajo, experimentará problemas para satisfacer sus necesidades materiales. La muerte de un ser querido también podría considerarse como un disgusto.
En otros casos, el disgusto está relacionado con un enojo o un fastidio: “Hay disgusto en el seno del gobierno por la decisión del juez de procesar al ministro de Hacienda”, “La actitud irresponsable del juvenil provocó el disgusto de sus compañeros, que no dudaron en expresarle su malestar”, “El disgusto surgió por la actitud de mi jefe”.
Cuando se sufre un disgusto se considera que es necesario tomar algún tipo de medidas para poder intentar superarlo cuanto antes en pro de conseguir un bienestar emocional. En ese sentido, se establece que hay que optar por acometer estas acciones:
-Lo primero es tomar conciencia y asumir que ese disgusto ha conseguido afectarnos.
-En segundo lugar se establece que es necesario hablar de ello y expresar los sentimientos que se tienen por lo sucedido.
-De la misma manera, no hay que pasar por alto que también es vital pensar en lo sucedido y descubrir qué aprendizajes ha permitido lograr.
-En cuarto lugar, se determina que hay que olvidar lo sucedido y pasar página en cuanto sea posible.
Dentro del ámbito de la literatura destaca un libro que lleva en su título la palabra que nos ocupa. Nos estamos refiriendo a “Los disgustos”, de Catherine Dolto, que es una colección de cuentos en pro de los conflictos emocionales y la educación de los niños.
La expresión “a disgusto”, por otro lado, hace mención a actuar de mala gana. Cuando alguien desarrolla una actividad a disgusto, lo hace por obligación, sin ganas ni entusiasmo. Si una madre obliga a su hijo a ordenar y a limpiar su cuarto, lo más probable es que el pequeño lo haga a disgusto, ya que en realidad preferiría dedicar ese tiempo a jugar o a descansar.