Definición de disforia

Aunque existen distintas teorías sobre el origen etimológico del término disforia lo cierto es que la que cobra más protagonismo es la que establece que ese procede del griego, pues es fruto de la suma de dos componentes de dicha lengua: la conjunción “dys”, que se usa para indicar negación, y el verbo “pherein”, que puede traducirse como “soportar”.

La Real Academia Española (RAE) no incluye el término disforia en su diccionario. Sin embargo, el concepto se emplea con frecuencia en el ámbito de la psicología para referirse a una sensación opuesta a la euforia (una alegría o un entusiasmo de gran intensidad).

La disforia es una emoción que resulta molesta, incómoda o fastidiosa. Puede vincularse a la irritabilidad e incluso a la tristeza, desarrollándose como una reacción ante un determinado estímulo, un hecho o un acontecimiento.

En ocasiones la disforia aparece en el marco de un cuadro depresivo. Se trata de una condición vinculada a distintos trastornos psicológicos que se desencadena con una crisis y suele asociarse al desconsuelo.

Puede ser un síntoma de un trastorno de ansiedad, de depresión, de esquizofrenia o hasta de un síndrome de abstinencia. Según su origen, el tratamiento puede desarrollarse de distintas maneras.

Además de todo lo expuesto es importante conocer otra serie de aspectos relevantes sobre la disforia como son los siguientes:
-Se puede experimentar en ciertos momentos y no en otros. Es más, se considera que incluso todo el mundo ha podido sufrir disforia en algún instante de su vida por muy diversos motivos.
-Se considera que la disforia que está relacionada con lo que son trastornos emocionales se convierte en un importante factor de riesgo para lo que es el suicidio.
-Una ruptura sentimental, la pérdida de un ser querido, situaciones muy estresantes, la muerte de la pareja son algunas de las causas que pueden traer consigo la disforia. No obstante, no hay que pasar por alto tampoco que ciertos problemas de salud e incluso deficiencias a nivel nutricional pueden provocarla.
-No menos relevante es saber que hay distintas condiciones asociadas a la disforia, además de a la depresión, como ya hemos mencionado. Nos estamos refiriendo a la ciclotimia, que es un trastorno que se produce cuando una persona experimenta altibajos emocionales en breve periodo de tiempo, o al trastorno de ansiedad, entre otros.

La disforia de género, por ejemplo, es un diagnóstico de la psiquiatría que se aplica a aquellos individuos que experimentan disforia respecto a su sexo asignado por motivos biológicos y a su identidad de género. En otras palabras: esta disforia surge cuando la persona no siente como propio ni se identifica con su género. Cuando un ser humano con cuerpo de hombre se siente mujer o viceversa, padece disforia de género.

Es importante tener en cuenta que la definición de disforia de género ha cambiado con el tiempo e incluso suele ser objeto de debates y polémicas. Actualmente no se la considera como un trastorno mental, sino como un malestar significativo que está vinculado al género. Cuando el diagnóstico es confirmado, el sujeto puede decidir someterse a una intervención quirúrgica para adecuar su sexo biológico a su identidad de género.

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