Definición de discriminación
Para poder conocer el significado del término discriminación se hace necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que se trata de una palabra que deriva del latín, exactamente de “discriminatio”, que deriva del verbo “discriminare”, que puede traducirse como “distinguir”.
La discriminación es el acto y el resultado de discriminar. Este verbo (discriminar), por su parte, alude a tratar de manera desigual o a excluir a las personas por razones de género, religiosas, políticas, raciales o de otro tipo.
Por ejemplo: “Un joven musulmán fue víctima de la discriminación en un bar”, “El gobierno impulsará una nueva campaña contra la discriminación”, “Es indignante que, en el siglo XXI, la mujer siga siendo víctima de discriminación laboral”.
Alguien discrimina cuando hace o deja de hacer algo generando una desigualdad o una injusticia en el acceso a una oportunidad o a un recurso. La discriminación, por lo tanto, supone que un individuo, una colectividad o una institución resultan perjudicados por decisión de un tercero.
Para que se produzca la discriminación, tiene que haber un sentido de pertenencia que, a su vez, provoca un prejuicio. Quien discrimina no reconoce al discriminado como parte de su grupo y pretende que el otro no se integre, se aleje y/o sufra consecuencias negativas por pertenecer a otra comunidad, que se considera inferior o dañina.
Supongamos que una discoteca prohíbe el ingreso a las personas de tez oscura. Este acto de discriminación pretende “proteger” a los individuos blancos del contacto con sujetos a los que se considera inferiores en cuanto a su condición social, posición económica, nivel cultural, etc. Se trata, por supuesto, de una medida arbitraria, injusta, irracional e incluso ilegal.
La discriminación puede producirse por edad (cuando no se les permite acceder a un trabajo a los mayores de 40 años, por citar un caso), género (a una mujer que, ante un mismo trabajo, recibe menos dinero que un hombre), orientación sexual (si una pareja homosexual es expulsada de un restaurante), y de origen étnico (burlas a un niño gitano por su manera de hablar).
No obstante, pueden producirse e identificarse otros tipos de discriminación, entre los que podemos destacar los siguientes:
-Discriminación religiosa que, como su propio nombre indica, es la que se produce por las ideas o creencias religiosas que tiene una persona. Así, por ejemplo, uno de los hechos más relevantes producidos por esa cuestión se produjo en la Alemania nazi donde millones de judíos fueron encerrados en campo de concentración, sometidos a todo tipo de torturas e incluso fueron asesinados por su fe.
-Discriminación por discapacidad, que es la que se produce cuando una persona con discapacidad es rechazada ya sea en la sociedad en general o en un puesto de trabajo por esa limitación física o psíquica que presenta. Un ejemplo es que un individuo sea rechazado para realizar un empleo en un restaurante porque, por ejemplo, presenta Síndrome de Down.
Se habla de discriminación positiva, por último, cuando se le otorga un beneficio o se le brinda una protección especial a un grupo social que habitualmente suele ser víctima de la discriminación.
En la actualidad, la discriminación positiva se emplea, sobre todo, para conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de nuestra sociedad. En este caso se considera que la misma permite conseguir desde una equidad real hasta mejoras en las condiciones de vida de las féminas pasando porque es útil para equiparar roles.