Definición de discalculia
El concepto de discalculia no está incluido en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). La noción hace referencia a una falencia o discapacidad para aprender matemáticas, que puede originarse en un problema de la visión o en un trastorno para orientarse dentro de una secuencia.
Este trastorno afecta a personas que tienen una inteligencia corriente o hasta más elevada que la media, pero que se enfrentan a serias dificultades para realizar un cálculo o completar un ejercicio aritmético. Quien sufre de discalculia confunde números y signos, no logra desarrollar cálculos mentales y tiene problemas para trabajar con abstracciones.
Aunque este trastorno no está muy difundido (e incluso se lo suele considerar como un tipo de dislexia), los individuos que lo experimentan pueden tener inconvenientes para cumplir con tareas laborales o académicas, como hacer un balance o contar los puntos obtenidos en un juego.
Los especialistas sostienen, por lo general, que los alumnos que sufren de discalculia deben ser incentivados a observar los ejercicios matemáticos con otro enfoque, centrado en lo visual.
Muchos son los estudios que se han realizado sobre dicho problema de aprendizaje y todos ellos han coincidido en establecer que lo habitual es que el mismo surja en la etapa de la infancia y más concretamente entorno a los ocho años. No obstante, es cierto, que hay pequeños que han mostrado sus síntomas antes e incluso después de esa edad.
En concreto los tres síntomas que nos indican que alguien padece discalculia son los siguientes: una discapacidad en el cálculo, diversos déficits de tipo sensorial y un mínimo rendimiento académico. Y eso sin olvidar que además tendrá problemas a la hora de llevar a cabo una serie de acciones del día a día que están relacionadas con el cálculo como puede ser devolver el cambio en una transacción de tipo económico.
Cabe destacar que existe un concepto muy vinculado a la discalculia: la acalculia. Algunos expertos utilizan ambas nociones como sinónimos, mientras que otros establecen diferencias y limitan el segundo término a la discapacidad para realizar cálculos que surge por un trauma en el cerebro durante la adultez, y no como consecuencia de un déficit cognitivo.
La acalculia puede dividirse en primaria (cuando no se registran otros trastornos vinculados en el campo del lenguaje) y secundaria (cuando aparece asociada a otras discapacidades del lenguaje como la dislexia).
A la hora de determinar el tratamiento de una persona con este problema en el aprendizaje es frecuente que aquel se centre básicamente en tres áreas diferentes pero complementarias. Entre ellas estarían las del tipo psicomotriz y que tienen como función el conseguir el desarrollo en este sentido, es decir, mejorar la orientación temporal y espacial e incluso el sentido del ritmo.
En segundo lugar, nos toparíamos con las actividades en el área pedagógica que son aquellas que se centran en la mejora en los diversos tipos de cálculo. Y en tercer lugar estarían los ejercicios que persiguen el desarrollo cognitivo. Para lograr dicho fin los mismos se centrarán en mejorar la memoria o la atención así como en aprender vocabulario matemático, entre otras cosas.