Definición de desembocadura
Antes de entrar de lleno en el significado del término desembocadura, vamos a conocer su origen etimológico. En este caso podemos establecer que deriva del latín, pues es fruto de la suma de varios componentes de dicha lengua:
-El prefijo “des-”, que se utiliza para indicar la inversión de una acción.
-El componente “en-”, que significa “hacia dentro”.
-El sustantivo “bucca”, que puede traducirse como “boca”.
-El sufijo “-adura”, que se usa para indicar “resultado”.
Se llama desembocadura al lugar donde un río desagua o ingresa en otro, en un lago o en el mar. La desembocadura puede adoptar distintas formas según las características del terreno.
En esta parte del curso, el flujo de agua llega al lugar donde desemboca. La desembocadura incluso puede tener una prolongación subacuática a través de un cañón o de un sitio de sedimentación.
La desembocadura, al arrastrar sedimentos fluviales, puede formar un delta. En estos casos el río se divide en una gran cantidad de brazos, formando canales e islas. El delta del Orinoco, por ejemplo, es la desembocadura de este río que nace y termina en el territorio venezolano pero que también atraviesa regiones de Colombia.
El río Danubio, que es uno de los más importantes de todo el continente europeo, desemboca en el mar Negro a través de lo que se conoce como delta del Danubio, que se sitúa entre las tierras rumanas de Dobrogea y las ucranianas de Odesa. Ese delta cuenta con algo más de 3.400 kilómetros cuadrados y está considerado el más grande y mejor conservado de los fluviales que existen en Europa.
Cuando la desembocadura de un río tiene lugar en el mar, puede desarrollarse un estuario. En este tipo de desembocaduras se produce un intercambio entre el agua dulce del río y el agua salada del mar. El estuario del Támesis, por citar un caso, se produce en la zona donde este río desemboca en el mar del Norte.
Otro accidente geográfico que una desembocadura puede provocar es la ría. En este caso, la cuenca del río cuenta con laderas abruptas y el mar termina ingresando en la costa por el movimiento de las mareas, haciendo que el valle fluvial quede sumergido. Una ría muy conocida es la de Bilbao, en la desembocadura de los ríos Ibaizábal, Nervión y sus afluentes en el mar Cantábrico.
En España, sin lugar a dudas, se habla mucho de la desembocadura del río Guadalquivir, ya que está en una zona de gran belleza y valor natural. En concreto, aquel desemboca en el océano Atlántico a través de un estuario que se sitúa entre la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda y el municipio onubense de Almonte.
Asimismo, hay que destacar que entre ese estuario y Sevilla se encuentran las famosas marismas del Guadalquivir, que cuentan con una extensión de unos 2.000 kilómetros cuadrados y que tienen una parte de las mismas que forman parte del relevante Parque Nacional de Doñana, que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cabe destacar, por último, que la idea de desembocadura puede aludir a la abertura de un camino: “En la desembocadura de esta calle hay una hermosa plaza”, “La desembocadura del túnel quedó bloqueada por la nieve”.