Definición de demostración
Establecer el origen etimológico de la palabra demostración nos tiene que llevar a marcharnos hasta el latín y es que deriva de “demonstratio”. Este es un término que se encuentra compuesto de varios elementos latinos:
• El prefijo “de-“, que se usa para indicar una separación.
• El verbo “monstrare”, que puede traducirse como “mostrar”.
• El sufijo “-cion”, que viene a emplearse como indicativo de una acción y de su efecto
Indicar, señalar, mostrar o comprobar algo supone una acción que se conoce como demostrar. Esta actividad y sus efectos reciben el nombre de demostración.
Es posible emplear la idea de demostración para nombrar a una manifestación o una exhibición de algo. Por ejemplo: “En otra demostración de su poderío, el seleccionado español apabulló al italiano y se quedó con una nueva edición de la Eurocopa”, “Creo que circular con un vehículo semejante en un barrio carenciado es una demostración obscena de riqueza”, “No voy a tolerar otra demostración impúdica en este salón de actos”.
Dentro del ámbito de la filosofía se emplea con cierta frecuencia y con varios significados el término que ahora nos ocupa. En concreto, podemos establecer que se utiliza para indicar estos tres aspectos:
• La comprobación ya sea de una teoría o de un principio determinado. Eso es algo que se haría mediante la realización de una serie de experimentos o bien a través de ciertos hechos que se consideran ciertos.
• El final de lo que vendría a ser un procedimiento deductivo.
• La prueba de algo concreto. En este caso, se realizará la misma a partir de lo que se considera que son verdades evidentes y universales.
También se suele utilizar este término en el plano emocional, en frases como «demostración de cariño», «de afecto», «de confianza» o «de lealtad», por ejemplo, para reforzar el significado de un determinado suceso que deje constancia de los sentimientos de una persona hacia otra. «Lo que hiciste por mí fue una auténtica demostración de lealtad, y nunca lo voy a olvidar«, «Su demostración de cariño fue tan emocionante que nadie pudo contener las lágrimas«.
A nivel sentimental se considera que, dentro de toda pareja, es fundamental que se produzcan demostraciones de amor. Y es que las que lleva a cabo uno de los dos miembros de la misma hace que el otro se sienta seguro, confiado y querido dentro de la relación.
Entre las demostraciones más habituales e importantes están dedicarle tiempo a la otra persona, prepararle una escapada de fin de semana, organizar una cena romántica en casa, regalarle por sorpresa unas flores…
Una demostración de talento puede darse en cualquier disciplina, aunque esta frase suele utilizarse para hablar de artistas y deportistas, dado que realizan actividades de fácil percepción para el público general; si bien esto no significa que todos estemos capacitados para comprender los matices de un movimiento de danza, o las exigencias técnicas de un adorno en una pieza musical, al menos sabemos divisar cuándo se trata de cosas que no podríamos hacer y eso nos impacta positivamente.
Una demostración, por otra parte, puede ser aquello que prueba o evidencia una cierta cosa. A través de demostraciones, por lo tanto, pueden comprobarse teorías o hipótesis. Es habitual que las demostraciones se lleven a cabo mediante experimentos o tareas de laboratorio.
Las demostraciones matemáticas están compuestas por razonamientos lógicos que avanzan desde una hipótesis hasta llegar a una afirmación. Cada uno de estos pasos debe sostenerse a través de la deducción o de otro método. Es posible distinguir entre diferentes tipos de demostraciones que suelen usarse en matemáticas, tales como la contraposición, la reducción al absurdo, la inducción matemática y la inducción fuerte.
La demostración, por último, también puede ser una táctica de venta para demostrar la calidad o la utilidad de un producto. El vendedor que sube a un tren para ofrecer un set de tijeras, por citar una posibilidad, puede realizar una demostración de sus productos y cortar papeles, cartones y plásticos frente a los pasajeros. Al observar su eficacia, mucha gente puede convencerse sobre la conveniencia de aprovechar la oportunidad y adquirir las tijeras en cuestión.
Dependiendo de lo innovador de un producto, se llevan a cabo diferentes estrategias para mostrarlo a los potenciales compradores, teniendo en cuenta variables como: a qué público va dirigido; cuáles de sus características pueden resultar familiares y cuáles deberían ser cuidadosamente explicadas; qué tipo de demostración puede resultar más efectiva, ya sea en persona, por medios de comunicación, permitiendo al público que lo pruebe directamente o realizando una exposición a cargo de personal específicamente entrenado.
En ciertos casos, las grandes compañías deciden optar por una demostración en la cual el público pruebe por sí mismo sus productos, con la guía de una persona capacitada para la ocasión. Esto suele ocurrir con productos muy bien acabados, con un verdadero potencial, que no necesiten de maquillaje para cautivar a los consumidores, y por eso no es tan común. Por lo general se busca imprimir en la mente de los potenciales compradores qué sentirán al usarlo, por qué necesitan comprarlo, aunque la realidad diste considerablemente de la campaña publicitaria.