Qué significa demonología
El origen etimológico de la palabra demonología lo encontramos en el griego y más exactamente en la unión de dos palabras. Por un lado, está daimon que significa “genio” o “demonio” y por otro logía que vendría a traducirse como “ciencia”. De esta manera se determinaría que la demonología es la ciencia que estudia la naturaleza o las cualidades que tiene el demonio.
Es importante subrayar antes de entrar en materia en la definición más profunda del concepto que nos ocupa que “demonio” en el pasado, en la cultura griega y antes del Cristianismo, era una palabra que se empleaba para definir a una divinidad de tipo menor, ya fuera buena o mala. Sin embargo, este concepto se asentó como algo absolutamente negativo, como diabólico, cuando se produjo la llegada de la mencionada doctrina religiosa.
La demonología es el sector de la teología que se dedica al análisis de los demonios. Sus estudios se encuentran relacionados con los de la angelología, una disciplina centrada en el estudio de los ángeles. “Malleus Maleficarum”, de Heinrich Kramer y Jacob Sprenger, es una de las obras clave de la demonología cristiana de Occidente, donde se refieren a la existencia de la brujería como aspecto central de las creencias del catolicismo y como un potencial daño para los creyentes.
La demonología se encarga de armar listas para denominar y trazar un orden jerárquico de los espíritus malignos. En este sentido, es la disciplina que se opone a la angelología, marco en el cual se lleva a cabo un trabajo similar pero centrado en los espíritus bondadosos.
Los preceptos del cristianismo indican que las entidades demoníacas son ángeles que cayeron del cielo. La caída, por lo tanto, se produce cuando el ángel es expulsado del paraíso por no respetar las órdenes de Dios. Los teólogos atribuyen este comportamiento rebelde a lo que se conoce como libre albedrío o a no entender las disposiciones del Ser Supremo.
De todos modos, resulta interesante resaltar que las bases que nuclean referencias de perfil demonológico presentan saberes que fueron obtenidos de quienes dicen tener la habilidad para invocar a los espíritus maléficos. Esta faceta de la demonología está explotada por los grimorios de magia oculta.
Es importante subrayar el hecho de que a lo largo de la historia el demonio ha estado representado de muy diversas formas y también ha adoptado muy diferentes nombres. Así, en la Biblia podemos encontrarlo bajo la denominación de Satanás, Diablo, Belial, Beelzebú, Príncipe o incluso El Dragón.
Un libro aquel, base de la religión cristiana, donde se puede contemplar la dualidad, la eterna lucha entre el Bien y el Mal que está representado por ese citado demonio y que tiene como clara misión el llevar a cabo la perdición de las almas humanas. No obstante, como es sabido en la Biblia se establece que Cristo es el Salvador de aquellas, que consigue vencer al demonio y que resucita.
Las principales religiones monoteístas comparten la creencia sobre un ente maléfico de orden sobrenatural, que se desempeña de modo contrario a lo que pretende un Dios de buenas intenciones. Sin embargo, estas entidades no llegan a ser Dioses, ya que la propia esencia de estas religiones implica la imposibilidad de la existencia de dos deidades de igual poder que, además, están enfrentadas.