Definición de decurso

El vocablo latino decursus, que puede traducirse como “corriente”, llegó a nuestra lengua como decurso. El término alude a la sucesión temporal.

El decurso, de este modo, es la continuidad del tiempo. El transcurso de los días, los meses y los años implican un decurso, que se asocia al desarrollo de eventos, acontecimientos, acciones, etc.

Por ejemplo: “En el decurso de la batalla perdimos varios soldados, pero nunca dejamos de luchar”, “El decurso de la investigación sorprendió a la opinión pública, que no esperaba que el padre de la víctima sea considerado sospechoso”, “Voté a este presidente con convicción, pero el decurso de su gobierno me fue decepcionando y ahora creo que sería conveniente un cambio de rumbo”.

Supongamos que se habla del decurso de los días. En este caso, se está haciendo referencia al paso de las jornadas. Un dolor físico que se incrementa con el decurso de los días, por mencionar una posibilidad, se va agudizando con el correr de las fechas.

El decurso histórico, por otro lado, se construye con los años. Su apreciación suele necesitar una cierta lejanía temporal para poder analizar los hechos con perspectiva.

El decurso vital, en tanto, se vincula a la trayectoria de vida. Esto quiere decir que en el decurso vital de una persona hay múltiples sucesos, los cuales se ponen en marcha desde el momento del nacimiento.

La idea de decurso vital es utilizada por el filósofo español Xavier Zubiri (1898-1983). Un capítulo de su libro “Sobre el hombre”, publicado en 1986, lleva este título.

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