Definición de decoro

La raíz etimológica de decoro se halla en la lengua latina: decōrum. Así se denomina, según el contexto, al respeto, la honra, el recato o la circunspección.

Por ejemplo: “El presidente debería tener el decoro de renunciar ante su evidente incapacidad para garantizar la paz de la nación”, “La falta de decoro del actor sorprendió al público”, “Por decoro, deberías cubrirte antes de ingresar a una iglesia”.

La idea de decoro suele utilizarse respecto a los límites que fijan las normas sociales sobre aquello que es considerado como correcto o adecuado en una determinada situación. Quien no actúa según estos preceptos, no tiene decoro.

Muchas veces el decoro se vincula a la vestimenta (o a la falta de ella). Las convenciones sociales indican que un hombre no debe acudir en traje de baño a su casamiento, por citar un caso. De acuerdo a los principios de muchas culturas, por otra parte, una mujer no tendría que exhibir sus pechos en público por decoro.

También se llama decoro al nivel de calidad de vida mínimo que debe tener una persona para mantener su dignidad, es decir, para que ésta no se vea amenazada por la falta de recursos: “No me sobra el dinero, pero al menos puedo mantenerme con decoro”, “Con un salario tan bajo es imposible vivir con decoro”.

El diccionario que elabora la Real Academia Española nos ofrece otras acepciones que amplían el rango de este término. Por ejemplo, nos dice que representa el respeto o la reverencia que le debemos a alguien por su dignidad o nacimiento. También nos ofrece sinónimos como honestidad, pureza, gravedad, pundonor y estimación.

En el ámbito de la arquitectura, se denomina decoro a la parte que se enfoca en que cada edificio reciba el aspecto y la propiedad que resultan adecuados para el destino que le corresponde. Sobra decir que se trata de un concepto esencial, que podemos apreciar en la vida cotidiana al pasar frente a cualquier edificio, ya que en su construcción advertimos cuestiones que hacen a sus funciones, al propósito con el que ha sido creado.

Para la retórica, el término decoro se define como el proceso que consiste en adecuar el lenguaje de una obra al género literario que le corresponda, así como a la condición de sus personajes y a su tema. La retórica es el grupo de principios o reglas que hacen referencia al arte de hablar o escribir con elegancia y con el grado de corrección suficientes como para conmover, persuadir o causar agrado en el interlocutor.

Dentro de la teoría literaria, por otro lado, se habla de decoro para hacer referencia a la conformidad que existe o debe existir entre el modo en el cual se comportan los personajes de una obra determinada y sus respectivas condiciones.

La expresión guardar el decoro, se puede definir como «comportarse de acuerdo a la condición social que nos corresponde»; si se agrega un objeto indirecto o uno directo, a alguien o algo, entonces significa «corresponder al merecimiento o la estimación de una persona o cosa con palabras o actos. En el pasado, se usaba el término decoro como sinónimo del adjetivo «decoroso»; en la actualidad, sin embargo, se prefiere este último.

Decoro, por último, es una conjugación del verbo decorar. Se trata de la primera persona singular (yo) del tiempo Presente del modo Indicativo. Veamos algunas oraciones de ejemplo: “Si estás de acuerdo, yo decoro el comedor y el baño y tú te encargas de la cocina y las habitaciones”, “¿Cómo decoro la casa sin gastar mucho dinero?”, “Si decoro el departamento en las vacaciones, no tendré tiempo para descansar”.

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