Definición de curva de demanda
El concepto de curva puede aludir a una línea que posibilita el desarrollo de la representación gráfica de una magnitud según los valores que va tomando una de sus variables. En el ámbito de la economía, por otra parte, la idea de demanda se vincula a la calidad y la cantidad de los servicios y los bienes que pueden ser comprados por los consumidores en el mercado.
La curva de demanda, en este marco, es la línea que grafica el vínculo matemático existente entre la cantidad máxima de un cierto bien que un consumidor se encontraría dispuesto a adquirir y su precio. Esta relación se basa en diversos supuestos, como la divisibilidad infinita de las mercancías y la racionalidad perfecta de los consumidores.
Estos dos últimos supuestos, junto con otros de los cuales dependen tanto la curva de demanda como sus propiedades, han dado lugar a críticas negativas desde su surgimiento. A pesar de ello, incluso con las limitaciones que pueden surgir de estas abstracciones, esta curva es realmente útil para entender el comportamiento de los mercados desde un punto de vista cualitativo, y puede llegar a ser una descripción adecuada empíricamente.
Más allá de tratarse de una construcción teórica, la curva de demanda es utilizada para el análisis del mercado, por lo general en conjunto con la llamada curva de oferta (determinada por la cantidad de un producto que una compañía está dispuesta a vender a un cierto precio). El punto donde la curva de demanda se cruza con la curva de oferta marca el equilibrio del mercado.
Ambas curvas representan una herramienta de análisis de gran importancia en el ámbito de la economía neoclásica para predecir la tendencia de los precios. Se conoce como economía neoclásica a un concepto que se usa para hacer referencia a un enfoque que busca la integración de ciertas percepciones de la clásica al análisis marginalista, una escuela de pensamiento que surgió a mediados del 1800.
Para trazar la curva de demanda, solamente se tiene en cuenta el precio del bien en cuestión. El resto de las variables, como el precio de los demás bienes y los ingresos del consumidor, se consideraban constantes. De esta manera, la curva de demanda revela los cambios de la cantidad demandada en función del precio.
Por lo general, a mayor precio, menor demanda: por eso la curva de demanda suele tener una trayectoria descendente. Esta situación podría modificarse si se atendieran otras variables, como la perspectiva sobre el precio futuro, el incremento de la población que demanda el bien, los cambios en los salarios y las modificaciones de las preferencias.
Hablando en términos puramente matemáticos, la curva de demanda de un mercado o un consumidor que posee una cantidad n de productos o bienes es una hipersuperficie con una dimensión n en un espacio que se define como R elevado a 2n+1. Se conoce como hipersuperficie, en el ámbito de las matemáticas, a una variedad n-dimensional, siendo n mayor a 2; en otras palabras, es un objeto geométrico creado para generalizar una superficie de dos dimensiones a más, así como ocurre con el hiperplano y la noción de plano.
Si la curva de demanda se mueve hacia la derecha, representa un aumento en la demanda que ocurre porque un factor distinto del precio ha variado; si el desplazamiento tiene lugar hacia la izquierda, en cambio, significa que la demanda ha disminuido, por una variación que tampoco involucra al precio.
Entre las posibles causas de estos desplazamientos se encuentran los cambios en las perspectivas de los futuros precios, el crecimiento de la población que demanda el bien en cuestión y las variaciones en las preferencias de los potenciales consumidores.