Definición de cultura de la legalidad
Lo primero que vamos a hacer antes de entrar de lleno en la definición del término cultura de la legalidad es el establecimiento del origen etimológico de las dos principales palabras que le dan forma. Dos palabras que emanan del latín:
• Cultura procede de “cultura” que, a su vez, deriva de “cultus” que puede traducirse como “cultivo”.
• Legalidad. Este término procede de la suma de tres componentes latinos: el sustantivo “lex”, que puede traducirse como “ley”; el vocablo “-al”, que indica “relativo a”; y el sufijo “-dad”, que se usa como sinónimo de “cualidad”.
Cultura es un concepto que puede entenderse de diversas formas. El término suele referirse al entramado construido a nivel social y formado por los ritos, los usos, las tradiciones y los discursos compartidos por los integrantes de una comunidad.
La legalidad, por otra parte, es la propiedad de lo legal, es decir, de aquello que cumple con la ley y que está de acuerdo con la legislación en vigencia.
La noción de cultura de la legalidad, por lo tanto, está vinculada a los principios que las personas tienen respecto a la ley y a los organismos encargados de ejecutarla. Dichos valores se traducen en la conducta de la gente, que puede estar apegada o no a lo establecido por el orden jurídico.
Hay que establecer que los hombres y mujeres que viven en una sociedad donde se lleva a buen puerto la cultura de la legalidad apuestan por desarrollar las siguientes acciones:
• Se encargan de respetar las normas.
• Cuentan con responsabilidad tanto para respetar el conjunto de leyes como para cooperar las autoridades.
• Proceden a condenar y rechazar los actos que se consideran ilegales.
• Conocen las normas que regulan la sociedad.
• No menos importante es el hecho de que colaboran con las instituciones y las dependencias que se encargan de velar por la justicia.
En teoría, la ley es pareja para todos los miembros de una comunidad: sus mandatos, obligaciones y restricciones deben ser respetados por la totalidad de los ciudadanos, independientemente de su condición social o económica. Sin embargo, eso no suele ocurrir. Por otra parte, hay leyes que las personas pueden considerar como injustas, lo que incide sobre la cultura de la legalidad que debería actuar como una forma de autorregulación.
El ideal indica que la cultura de la legalidad debe desarrollarse sobre principios sólidos y que resulten aceptables para la población. Cuando el individuo advierte que el cumplimiento de la ley no es parejo o que incluso se puede violar la legislación sin consecuencias, dicha cultura se ve socavada. Se piensa, entonces, que el respeto por la legalidad no es algo tan importante para el funcionamiento de la sociedad.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto tampoco que Cultura de la Legalidad es también el término que da forma a un espacio web de México que tiene como claro objetivo fomentar la mencionada cultura y luchar contra la delincuencia. En dicha página de Internet se persiguen conseguir los dos citados objetivos a través de áreas específicas tales como el sector gubernamental, el empresarial o el escolar.