Definición de cotilleo
Antes de entrar de lleno en el significado del término cotilleo, se hace necesario descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos destacar que se trata de una palabra que deriva del latín, exactamente de “cauta, que, a su vez, procede de “cautum”.
Se denomina cotilleo al acto y el resultado de cotillear: chismorrear, chismear, murmurar o alcahuetear. Quien difunde chismes, rumores o habladurías, por lo tanto, incurre en el cotilleo.
Por ejemplo: “El entrenador del equipo está enojado por el cotilleo del vestuario”, “Los programas de televisión dedicados al cotilleo son los más populares”, “Hay gente que utiliza las redes sociales para el cotilleo, pero yo las uso por motivos laborales”.
Existen distintas teorías sobre el punto de partido de cotilleo. Así, una, recogida en la obra “Inventario general de insultos”, viene a indicar que procede del siglo XIX y concretamente de una figura de aquel momento como era María de la Trinidad Cotilla, conocida de manera popular como la tía Cotilla.
Esa fue una mujer que estuvo al frente de un grupo antiliberal, concretamente de ideas políticas absolutistas. Al parecer esa fémina contaba con una red de chivatos, a los que se les llamaba cotillas, que le ponían al corriente de todos los aspectos y cuestiones que les pudiera interesar pues cobraban por ello.
María fue ejecutada en Madrid, después de haber cometido distintos asesinatos, y tras su muerte pasó a utilizarse el término de cotilla para referirse a quien le gustan los chismorreos. Y estos en sí pasaron a denominarse cotilleos.
A nivel general, puede decirse que el cotilleo consiste en hacer referencia a alguien que no está presente. Habitualmente los comentarios que se realizan son negativos: como el individuo aludido no escucha lo que se dice, no tiene la posibilidad de responder o de defenderse.
El cotilleo suele implicar la difusión de información inexacta, no verificada o falsa. Supongamos que una mujer escucha en la calle que su vecina está embarazada y no sabe quién es el padre del niño. Esta mujer llega a su casa y le cuenta al marido lo que oyó. El hombre, a su vez, le transmite el rumor a sus compañeros de trabajo, quienes también lo propagan por el barrio. De esta manera el cotilleo crece y se populariza sin que nadie consulte a la protagonista sobre la veracidad de lo dicho.
Existen estilos de periodismo que se orientan al cotilleo: la prensa amarilla (también conocida como prensa sensacionalista) y la prensa rosa (prensa del corazón). En estas publicaciones y emisiones, los periodistas se dedican a dar a conocer rumores y datos sin confirmar, que suelen ser escandalosos o polémicos.
En los últimos años ha aumentado de forma considerable el número de programas de televisión centrados en los cotilleos. Este sería el caso, por ejemplo, del espacio “Sálvame”, que se emite de lunes a viernes por la tarde en la cadena Telecinco de España.
Asimismo, hay que destacar la existencia de una publicación online llamada “Cotilleo”, donde se ofrece información sobre famosos.