Definición de convincente
Para conocer el significado del término convincente, se hace necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos determinar que es una palabra que deriva del latín, en concreto, de “convincentis”, que puede traducirse como “que consigue con argumentos que una persona cambie de parecer o haga algo”. Es fruto de la suma de varios elementos claramente diferenciados:
-El prefijo “con-”, que significa “junto”.
-El verbo “vincere”, que es sinónimo de “vencer”.
-El sufijo “-nte”, que se usa para indicar “agente”.
Este adjetivo se utiliza para calificar a aquel o aquello que convence. Convencer, por su parte, refiere a lograr que alguien cambie de parecer o realice algo a partir de las razones o de los motivos que se le comunican o se evidencian.
Por ejemplo: “El tenista argentino tuvo una actuación convincente y superó sin problemas a su rival”, “El joven posiblemente estaba mintiendo, pero al menos sonaba convincente”, “Creo que la respuesta del presidente no fue convincente”.
Cuando una persona es convincente, consigue imponer sus ideas a través de sus argumentos. Esto no quiere decir necesariamente que dichos argumentos sean válidos o ciertos: la capacidad de convencer puede radicar en el poder de persuasión o en el carisma del individuo.
Tomemos el caso de una mujer que quiere iniciar un proyecto comercial y necesita, para esto, contar con inversionistas. La emprendedora acuerda una reunión con tres potenciales inversores para presentarles el proyecto. Si logra ser convincente, conseguirá los fondos que necesita para la puesta en marcha de su emprendimiento. En cambio, si no convence a los demás, no obtendrá el dinero.
Para poder ser una persona convincente es necesario contar con las siguientes características o llevar a cabo las acciones que exponemos a continuación:
-Es fundamental que sonría porque eso trae consigo que se transmita positividad, empatía y accesibilidad. De esta manera, se logrará predisponer a la otra persona a escuchar.
-Siempre que le dé la palabra al otro individuo e incluso cuando le esté hablando le debe mirar a los ojos para resultar convincente. Si desvía su mirada, lo único que logrará es que aquel desconfíe de lo que le está diciendo.
-Jamás debe cruzar sus brazos y, de la misma manera, siempre debe mostrar las manos. Son gestos de la llamada comunicación no verbal que transmiten confianza, transparencia y verdad.
-Bajo ningún concepto debe manipular ningún objeto con las manos porque eso lo que genera es una imagen de nerviosismo, de inseguridad o incluso de falta de interés.
-Si lleva gafas, jamás debe mirar por encima de las mismas.
Algo que no deja lugar a dudas, que es innegable o que genera una aceptación generalizada también puede ser calificado como convincente. Un cronista, luego de asistir a un concierto de rock puede afirmar que el espectáculo fue convincente ya que el público salió conforme del estadio. En un sentido similar, un jugador de fútbol puede sostener un rendimiento convincente a lo largo de muchos partidos y así ganarse una convocatoria para sumarse al seleccionado nacional de su país.