Definición de contingencia

En la palabra latina “contingentia” es donde se encuentra el origen etimológico del término contingencia que ahora nos ocupa. Podemos establecer además que aquella se halla conformada por los siguientes elementos:
• El prefijo “con-“, que se usa para indicar “reunión”.
• El verbo “tangere”, que puede traducirse como “tocar”.
• El sufijo “-entia”, que es equivalente a “cualidad de agente”.

Contingencia suele referirse a algo que es probable que ocurra, aunque no se tiene una certeza al respecto. La contingencia, por lo tanto, es lo posible o aquello que puede, o no, concretarse.

Así, por ejemplo, es frecuente que determinados países o gobiernos procedan a establecer planes de contingencia para poder hacerle frente a situaciones que son posibles que puedan suceder. Un claro ejemplo de ello es que desde Alemania se rumorea que se están creando medidas de contingencia para poder hacerle frente a la posible salida de Grecia de la Unión Europea.

No podemos olvidar tampoco que en Argentina existe un organismo que responde al nombre de Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas (DACC). Depende del Ministerio de Producción, Tecnología e Innovación del Gobierno de Mendoza y cuenta con varios objetivos igualmente significativos:
• Dar información meteorológica para que pueda ser empleada correctamente dentro del ámbito agrícola, que sirva de utilidad para localizar y registrar cultivos.
• Determinar los daños que se pueden sufrir por culpa de las citadas condiciones meteorológicas en los espacios agrícolas.
• Desarrollar y poner en marcha planes de contingencias ante distintas situaciones climáticas.
• Ofrecer una gran variedad de servicios y productos tales como los mapas de riesgo de heladas o granizo por cultivo, programas de defensa contra el granizo, pronóstico diario del tiempo, asesoramiento a productores, fondo solidario agrícola y compensación por contingencias climáticas…

Otra manera de entender la noción de contingencia es como un acontecimiento cuya realización no está prevista. Una contingencia, en este sentido, puede ser espontánea o estar provocada.

Lo habitual es que, cuando una persona se enfrenta a una contingencia, tenga que modificar su comportamiento previsto o desarrollar una acción específica, motivada por la irrupción de la contingencia en cuestión. Supongamos que una familia viaja en automóvil desde su casa hasta la playa y planea llegar a su destino a las 16 horas. En el medio del camino, el coche sufre una contingencia: se pincha un neumático. El conductor, por lo tanto, se verá obligado a detener la marcha y reemplazar el neumático antes de continuar con el viaje. El horario de llegada previsto, por lo tanto, no será cumplido debido a la contingencia.

La idea de contingencia es motivo de reflexión en el ámbito de la filosofía. Los pensadores de esta rama de la ciencia afirman que lo contingente no es necesario, pero sí es posible. Esto, de todas formas, no indica que todo lo posible o todo lo que no resulta necesario sea contingente.

Diferenciar entre las contingencias y las cosas necesarias es una de claves de la reflexión filosófica sobre el concepto. Lo contingente, en definitiva, es algo que puede ser pero que, a su vez, puede no ser.

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