Definición de concienciar
El verbo concienciar refiere a la acción que se lleva a cabo para lograr que una persona o un conjunto de individuos sean conscientes de una realidad, una problemática, etc. Aquel que se concientiza, por lo tanto, adquiere conciencia.
Un compromiso social
Antes de avanzar, es necesario centrarse en la idea de conciencia. Este término tiene varios significados, aunque en este caso nos interesa su acepción como el conocimiento reflexivo y preciso de un tema.
El objetivo de concienciar (o concientizar, según el castellano que se habla en los países americanos) es que la gente se entere de algún asunto, sepa de qué se trata y comience a actuar teniendo en cuenta ese saber adquirido.
Concienciar acerca del ecologismo debería abarcar los perjuicios de la explotación animal
Conciencia ecologista
Concienciar es una de las tareas más importantes de las organizaciones ecologistas. Para proteger el medio ambiente, es indispensable que la sociedad se comprometa y colabore disminuyendo la contaminación, cuidando el agua y reciclando residuos, por ejemplo. Ese compromiso aparece cuando la gente se concientiza y entiende la gravedad de los problemas ambientales. Así contribuye a la búsqueda de soluciones y exige a los gobernantes medidas concretas y efectivas.
Los problemas relacionados con la conservación del medio ambiente son un tanto difusos, en parte por los intereses que de manera absurda bloquean el correcto accionar de sus supuestos defensores. Si bien es evidente que reducir al máximo la tala de árboles y promover una administración correcta de los residuos son dos puntos fundamentales para cuidar la ecología, no debemos dejar de lado el gran perjuicio que acarrea la explotación animal.
En primer lugar, la deforestación también se ve afectada por la «creación» de espacios destinados a la ganadería, ya que los pastizales suelen obtenerse talando una gran cantidad de árboles. También debemos mencionar su repercusión en el cambio climático, porque la explotación animal genera un aumento en el volumen de gases de efecto invernadero; tanto es así, que supera el que producen los automóviles.
Al concienciar a la gente acerca del ecologismo también deberían mencionar que la producción de alimento para los animales de granja colabora con la contaminación del agua y del suelo. Por último, tras siglos de explotación animal para producir comida y prendas de vestir, hemos reducido considerablemente el porcentaje de especies silvestres del planeta, ocupando antiguos hábitats naturales para establecer las granjas.
El problema del tabaco
Diversos gobiernos, por otra parte, trabajan para concienciar a la población sobre los riesgos del consumo de tabaco. Quienes fuman tienen más probabilidades de padecer cáncer y de desarrollar otras enfermedades, con lo cual afectan su calidad de vida e incluso acortan sus expectativas de vida. Por eso las autoridades pretenden que todos comprendan las consecuencias de fumar: conociendo esos efectos, es probable que muchos quieran dejar ese hábito para preservar su salud.
El consumo de tabaco promueve la falta de consideración
No importa cuántas décadas llevemos intentando concienciar a la población de los efectos dañinos del tabaco, esta sustancia continúa vendiendo millones y ensuciando el aire que debemos respirar todos. En un momento de luz pudimos creer que tan sólo las personas mayores, aquellas que en su juventud no habían tenido acceso a esta información, serían las últimas fumadoras de la historia; sin embargo, basta con salir a la calle para ver que el consumo de tabaco prolifera también en las nuevas generaciones.
Quizás lo más difícil de resolver en este caso es la invasión del espacio ajeno, que a pesar de la prohibición de fumar en locales comerciales sigue teniendo lugar en la vía pública. No es legal pedirle a alguien que no fume cerca de nosotros en la calle, aunque atente contra nuestra salud, y esto demuestra uno de los tantos puntos que quedan por mejorar en el trabajo de concienciar al pueblo en contra de los malos hábitos pero también acerca de la importancia de los buenos.