Definición de coaching

Algunos conceptos, pese a su uso extendido en nuestro idioma, no forman parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). Ese es el caso del término coaching, que refiere a un proceso interactivo que permite a un coach (entrenador) asistir a su coachee (el cliente que percibe el coaching) a conseguir lo mejor de sí mismo. El coach, por lo tanto, contribuye a que la persona pueda llegar a una determinada meta a través de la utilización de sus habilidades y recursos propios de la manera más eficaz.

Así, por ejemplo, podemos destacar que en el programa televisivo musical llamado La Voz, diversos cantantes con experiencia y con gran relevancia en el panorama mundial ejercen labores de coaching con jóvenes promesas que, por encima de cualquier cosa, quieren dar a conocer su música y su talento.

El concepto proviene del verbo inglés coach (“entrenar”). Su esencia implica suponer que el coachee ya dispone del conocimiento para solucionar todos aquellos asuntos con los que debe lidiar. Lo que debe hacer el coach, por lo tanto, no es enseñar algo nuevo, sino mostrar al coachee el camino para aprender de aquello que alberga en su interior.

El primer paso de un proceso de coaching consiste en que el coachee observe y analice su conducta y pensamientos, para después lograr que tome conciencia sobre los efectos de sus decisiones. Saber qué se busca (o sea, cuál es la meta a alcanzar), determinar cómo dirigirse hacia ese objetivo y evaluar, cada tanto, el camino elegido para ratificar o modificar las actuaciones, son otros pasos necesarios.

En los últimos años ha experimentado un gran auge y desarrollo la puesta en marcha del coaching. De ahí, que actualmente existan muy diversos tipos del mismo. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, el llamado coaching coactivo que es aquel que se centra de manera fundamental en la relación que se establece entre el entrenador y el propio cliente.

Otra de las clases es el estructural que se identifica porque es aquel que se basa en la utilización de diversas culturas milenarias como puede ser la egipcia y de diversas tendencias filosóficas como la constructivista. Y todo ello se conjuga con los avances más actuales en ramas de nuestra sociedad como la ciencia.

En tercer lugar otro de los tipos de coaching más significativos es el conocido como “de vida”, que, a su vez, es uno de los más solicitados por la población que se somete a este tipo de proceso. En concreto, bajo dicha denominación se incluyen una serie de actuaciones con las que se persigue básicamente que el cliente-entrenado consiga un amplio conjunto de habilidades que le permitan mejorar en su vida.

En concreto, con dichas habilidades lo que logrará será dar un paso positivo y firme en ámbitos tan personales como su estado físico o sus relaciones sentimentales.

Pese al auge del coaching a nivel empresarial, no son pocos quienes critican este método de autoaprendizaje ya que consideran que carece de una metodología concreta. Es difícil estimar qué conocimientos tiene el coach y qué grado de conocimiento se alcanzará ya no existen certificaciones ni regulaciones aceptadas a nivel internacional.

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