Definición de clásico
El término latino classĭcus llegó al castellano como clásico, un adjetivo que tiene diferentes acepciones. La primera acepción mencionada por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) alude al periodo temporal en el cual un pueblo, una cultura o una expresión artística alcanzan su máximo grado de desarrollo.
Se conoce como Antigüedad clásica, en este sentido, al periodo greco-romano donde se registraron grandes avances. Por lo general se considera que se inicia en el siglo V antes de Cristo y se extiende hasta el siglo II d.C., abarcando esta parte de la historia de la Antigua Grecia y la Antigua Roma.
Puede decirse, a nivel general, que lo clásico es digno de admiración y de imitación. Forma parte de una clase que se considera superior y que, por lo tanto, sirve como modelo.
En el terreno artístico, un creador o una obra pueden recibir el calificativo de clásico por su alta calidad o por su popularidad. Por ejemplo: “Las novelas de Agatha Christie son un clásico de la literatura policial”, “James Cameron es el director de varios de los clásicos más importantes del cine contemporáneo”, “El Álbum Blanco es un clásico de Los Beatles”.
En los ejemplos anteriores podemos apreciar diferentes matices en el uso del término «clásico»: por un lado tenemos aquellas obras que fueron lanzadas al mercado hace muchos años y que, debido a su gran éxito, se han convertido en artículos dignos de ser recordados más allá de su época; pero también están las creaciones que cautivan al público de manera inmediata y reciben este calificativo incluso al poco tiempo de haber sido presentadas.
En este caso podemos hablar de clásico instantáneo, un concepto muy usado en el ámbito del cine, los videojuegos, la música y la literatura. Dada la naturaleza subjetiva del arte, por otro lado, esta etiqueta honorífica no es garantía de calidad para todos los consumidores; de hecho, muchas veces se otorga por conveniencia, por ciertos intereses económicos, con lo cual carece absolutamente de peso.
Aquello que respeta las normas establecidas y las tradiciones o que resulta típico también se califica como clásico: “Me gusta usar ropa clásica, nada estrafalario”, “Decidimos vender los muebles clásicos y comprar piezas vanguardistas”.
Los productos clásicos poseen un estilo que no rompe con la moda, que no llama la atención sino que se acomoda perfectamente y cumple su función sin generar cambios. Esto puede ser considerado un factor positivo para las personas más conservadoras, pero negativo para aquéllas que siempre buscan nuevas experiencias en la vida.
Sobra decir que el estilo clásico no es inherentemente positivo o negativo, sino que simplemente es uno más, que cualquier persona debería ser libre de escoger o rechazar sin que esto le acarrease críticas o desprecio. Sin embargo, en la realidad de muchos ámbitos elitistas (y algunos, no tanto) siempre se mira con mayor estima que la vanguardia.
La música clásica, por ejemplo, es un concepto muy particular. En primer lugar, suele usarse para hacer referencia a la «música académica», para contrastarla con la «popular»; esto quiere decir que no se trata necesariamente de las obras que fueron compuestas durante el clasicismo musical, sino de las piezas que deben ser interpretadas por orquestas sinfónicas, pianos y cantantes líricos.
A pesar de que una obra clásica no posee un valor inherente, la gente suele respetar la música clásica más que la contemporánea, olvidando que en un punto de la historia también fue contemporánea y popular.
En varios países, clásico es un partido o un evento deportivo de mucha trascendencia, que suele enfrentar a competidores de gran rivalidad: “Boca Juniors y River Plate serán protagonistas mañana de una nueva edición del clásico del fútbol argentino”.