Definición de citrino
Citrino es un adjetivo que permite hacer referencia a aquello de color cetrino (es decir, amarillo verdoso). El término proviene del latín medieval citrinus, a su vez derivado del latín citrus.
Antes de avanzar, es importante mencionar que el vocablo latino citrus alude al cidro, el árbol que tiene a la cidra como fruto. La cidra, en tanto, se parece al limón.
Siguiendo con este análisis de la etimología de citrino, hay que destacar que citrinus hace mención a aquello que tiene el color del limón. Por eso puede afirmarse que algo citrino exhibe una tonalidad semejante a la de esta fruta.
El concepto, de todos modos, suele usarse para nombrar a una piedra semipreciosa. También conocido como cuarzo citrino o citrina, el citrino es muy apreciado en el ámbito de la joyería, aunque su valor es inferior al que tienen las piedras preciosas o gemas.
Al igual que el resto de los cuarzos, en la escala de Mohs el citrino presenta una dureza de 7. Su color distintivo, que va del amarillo al naranja, está vinculado a la presencia de hierro en su composición.
Debido a que no es fácil hallar citrino en estado natural, muchas veces se calienta la amatista para conseguir una piedra de apariencia equivalente. El proceso se lleva a cabo cuando la amatista se encuentra pálida y su color violeta no es intenso.
Como ocurre con otras piedras, al citrino se le atribuyen diferentes propiedades. Antiguamente se usaba como talismán ya que se creía que le confería protección a quien lo llevaba. Hoy se sigue asociando el citrino a la energía positiva.