Definición de centralismo
La doctrina de los centralistas es el centralismo. Esta corriente del pensamiento está vinculada a la centralización política o administración de un territorio.
La noción de centralismo, por lo tanto, refiere a un sistema de organización estatal en el cual las decisiones del gobierno proceden de un único centro, sin tener en cuenta a los diferentes pueblos que afectan. Esto quiere decir que el gobierno central es el responsable de las decisiones políticas.
Existen diversos tipos de centralismo. No obstante, entre todos ellos, podríamos mencionar el que históricamente se ha dado en llamar centralismo sevillano. Se trata un término con el que se pretende hacer referencia al peso que se atribuía tanto a la ciudad de Sevilla como a toda su provincia respecto a las cuestiones políticas, administrativas, sociales o culturales relativas a Andalucía e incluso a toda España.
En la actualidad un reflejo de ello es que la urbe hispalense es la capital de la comunidad autónoma andaluza, donde se encuentran los órganos regionales más importantes a nivel político como sería el caso de la Junta de Andalucía.
Históricamente tampoco podemos pasar por alto que en España se produjo lo que se dio en denominar en centralismo borbónico. En el siglo XVIII es cuando tuvo lugar aquel que comienza cuando una nueva dinastía, los Borbones, llegan al país y es uno de ellos, Felipe V, quien asume el trono.
Desde ese momento, aquel decidirá apostar por establecer sus ideas respecto a lo que sería la estructura del Estado. En concreto, impuso medidas centralizadoras tales como la abolición de determinados fueros, estableció una monarquía absoluta, realizó cambios en lo que era la administración territorial, creó las Secretarías de Despacho y eliminó los Consejos, a excepción del Consejo de Castilla.
De la misma manera, adoptó medidas para unificar el sistema de impuestos e intentó establecer las actuaciones necesarias para que la monarquía tuviera un poder supremo por encima de todos, incluida la Iglesia.
Es posible distinguir entre el centralismo puro y el centralismo desconcentrado. El centralismo puro es el modelo que apuesta por la unidad administrativa, política y territorial. En él, el poder central dicta todas las normas y gestiona los servicios vinculados a la administración del país. El centralismo puro se justifica a partir de la necesidad de mantener la unidad y la cohesión nacional.
El centralismo desconcentrado, por su parte, se basa en el traspaso de la titularidad de una competencia de un órgano administrativo a otro órgano de la misma administración pública, pero independiente jerárquicamente.
Se conoce como centralismo democrático al modelo de organización de los partidos marxistas-leninistas, que combinan el centralismo en la toma de las decisiones con la democracia para maximizar la eficacia. El centralismo democrático, en este sentido, se opone a la burocracia y a las formas de organización de otros partidos marxistas.
Las decisiones del centralismo democrático se discuten en órganos de diferentes jerarquías, donde los debates circulan de abajo hacia arriba y viceversa. Esto supone que, aunque la decisión se tome en la jerarquía superior, el intercambio de opiniones posibilita la participación de las bases en el poder.