Definición de casaca
La etimología del término casaca no está clara: podría derivar del italiano casacca o del francés casaque, según indica la Real Academia Española (RAE) en su diccionario. El concepto alude a una prenda de vestir que se ajusta al cuerpo y que muchas veces es un uniforme.
En la antigüedad, se llamaba casaca a la indumentaria que se utilizaba ceñida, con un cuello recto que no se doblaba y que se cerraba en torno a un corbatín. Estas casacas contaban con botones y finalizaban en faldones. Aunque se trataba principalmente de una prenda masculina, también existían las casacas para mujeres. Las casacas además eran empleadas por los estudiantes para acudir a los centros de estudio.
Hay que establecer que los expertos en moda y diseño tienen claro que una de las prendas más importantes de la historia ha sido la casaca, también llamada justacorps. Y es que afirman que se convirtió en una pieza imprescindible de la indumentaria de la vida francesa allá por la segunda mitad del siglo XVII.
Durante todo ese tiempo fue cambiando de apariencia. Así, por ejemplo, comenzó teniendo mangas cortas y luego pasaron a ser largas y mucho más estrechas para, a la altura del codo, ensancharse y adoptar varias vueltas.
Tanto peso fue consiguiendo esa prenda en la mencionada vida gala que, poco a poco, la misma se fue extendiendo por el resto de Europa. Así, se convirtió en una prenda de clase, elegancia y distinción. A España, por ejemplo, dicha indumentaria llegó con la denominación de vestido a la francesa o chamberga. Comenzó a introducirse y popularizarse con motivo de la boda de María Luisa de Orleans, la sobrina del rey francés, con Carlos II.
Y no solo eso sino que en Francia el propio rey Luis XIV tomó la decisión de establecer que esas casacas fueran de un color determinado para sus cortesanos más importantes. Tanto es así que comenzaron a vestir con unas de color azul bordados con plata y con oro.
Es más, se le dio forma a lo que se hizo llamar casaca de patente. Esta era la que tenían que llevar únicamente los caballeros elegidos por el rey. Se trataba de caballeros que tenían el honor de poder acompañar al monarca.
Actualmente la noción alude a distintas clases de ropa. En algunos países, casaca se utiliza como sinónimo de remera o de camiseta, en especial aquellas que usan los equipos de fútbol. Por ejemplo: “El jugador argentino vestirá la casaca del Sevilla en la próxima temporada”, “El club italiano sorprendió al presentar una casaca de color negro”, “El delantero, agradecido, arrojó su casaca a los simpatizantes a modo de obsequio”.
Hay regiones donde casaca se usa como sinónimo de chaqueta: una prenda que se extiende hasta debajo de la cadera, es abierta en su parte delantera y tiene mangas. Incluso la idea de casaca puede resultar equivalente a frac (la prenda masculina con faldones por detrás, que llega hasta la zona de la cintura por delante).
En algunas zonas de Centroamérica, por último, casaca es un adjetivo que califica algo que es falso o mentiroso: “¡Eso que has dicho es una casaca!”, “Lo que declaran los políticos suele ser pura casaca”.