Definición de capital social
El concepto de capital social puede analizarse desde dos perspectivas: la contabilidad y la sociología. Como término contable, el capital social es el valor de los bienes o el dinero que los socios aportan a una empresa sin derecho de devolución.
De esta manera, el capital social (que se registra en una partida contable) otorga a los socios distintos derechos según su participación y supone una garantía frente a terceros. Se trata de una cifra estable, aunque los resultados negativos pueden llevar a la quiebra y entonces la empresa ya contará con los recursos necesarios para hacer frente a sus obligaciones con terceros.
Es importante establecer en este sentido además que también existe lo que se conoce como capital social mínimo. Un término este con el que viene a definirse a aquel capital que toda empresa debe mantener como mínimo. Es importante subrayar que este será uno u otro en función del tipo de sociedad que sea, de esta manera una sociedad anónima debe contar con un capital social mínimo mucho más elevado que el de una que sea de responsabilidad limitada.
En otro sentido, el capital social es un pasivo (deuda) de la sociedad frente a los socios. Para modificar dicho aporte, deben seguirse una serie de procedimientos jurídicos. Cabe distinguir entre las nociones de capital social, patrimonio social (la totalidad de activos y pasivos de la sociedad) y patrimonio neto (la diferencia efectiva entre los activos y los pasivos).
Además de todo lo expuesto tenemos que tener muy en cuenta que en el seno de una empresa puede tener lugar lo que es la ampliación del capital social. Eso se consigue a través de distintas acciones o situaciones como serían, por ejemplo, las aportaciones dinerarias, las aportaciones no dinerarias, por transformación de beneficios o reservas así como por compensación de créditos contra la sociedad.
De la misma forma, también es posible que una empresa concreta sufra la reducción de su capital social. En este caso, las circunstancias que pueden propiciar aquel hecho son las devoluciones de aportaciones, el aumento de la reserva legal, la condonación de dividendos pasivos o con el claro objetivo de eliminar pérdidas.
El último hecho citado se decide llevar a cabo con la intención de conseguir que se recupere el equilibrio existente entre lo que es el capital y el patrimonio neto. De ahí que esa compensación de pérdidas se pueda conseguir bien mediante la reducción de la dimensión contable de la empresa o bien a través de los beneficios de la sociedad.
Para la sociología, el capital social es aquello que posibilita la cooperación entre dos partes. La noción no implica necesariamente algo positivo, ya que los contactos entre las personas pueden dar lugar a hechos negativos (como las sociedades mafiosas, por ejemplo).
En otras palabras, el capital social implica la sociabilidad de un grupo humano, con los aspectos que permiten la colaboración y su uso. Los sociólogos destacan que el capital social está formado por las redes sociales, la confianza mutua y las normas efectivas, tres conceptos que no son fáciles de definir y que pueden variar de acuerdo a la concepción del analista.