Definición de ballena
El vocablo griego phállaina llegó al latín como ballaena, que a su vez pasó al castellano como ballena. La noción permite nombrar a un animal marino del grupo de los cetáceos que puede medir más de treinta metros de longitud.
La ballena es el animal más grande del mundo. Se trata de un mamífero cuyos miembros anteriores son aletas, posee una única aleta horizontal y en la parte superior de la cabeza dispone de aberturas que le permiten expulsar el aire.
En su maxilar, las ballenas tienen barbas (también llamadas, al igual que el animal, ballenas). Se trata de láminas flexibles ubicadas en un par de filas paralelas, que resultan similares a peines. Hechas de queratina, las barbas de ballena permiten filtrar el alimento: los cetáceos abren la boca al nadar para que ingrese el agua y luego, mediante el accionar de la garganta y la lengua, la vuelven a expulsar, quedando la comida (krill, crustáceos, peces, etc.) retenida.
Otra particularidad de las ballenas es que la cola, por su disposición, les permite ascender a la superficie con facilidad. Esto es muy importante ya que las ballenas deben subir para respirar, teniendo la posibilidad de estar cerca de una hora debajo del agua.
Las ballenas viven unos treinta años y suelen tener un solo ballenato cada una tras una gestación de doce meses. Por lo general estos animales se aparean y tienen sus crías en mares cálidos y luego migran a aguas más frías para alimentarse.
La ballena franca austral, la ballena de Groenlandia y la ballena franca glacial son algunas de las especies existentes de ballena.
En la ficción, la figura de la ballena tiene un lugar bastante importante, así como el de otros animales marinos, como ser el tiburón y el pulpo. En este caso, un de las historias más importantes es sin lugar a dudas «Moby-Dick«, escrita por el autor norteamericano Herman Melville y publicada en el año 1851. A grandes rasgos, el libro cuenta los viajes del capitán Ahab abordo del Pequod, un barco ballenero con el que intentaba cumplir su objetivo de atrapar un cachalote blanco de gran tamaño.
Otra de las especies que más ha llamado la atención del ser humano es la orca, la cual recibe el apodo de «ballena asesina», una expresión que no la representa en absoluto. La orca no es una ballena, sino un cetáceo odontoceto que forma parte de Delphinidae, la familia de delfines oceánicos; de hecho, el género al que pertenecen, denominado Orcinus, no cuenta con ninguna otra especie. Es el delfínido conocido más grande del mundo y se ha adaptado a todos los océanos.
En el año 1984 tuvo lugar un descubrimiento verdaderamente sorprendente acerca de las ballenas y sus habilidades. Un grupo de científicos de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos de California, Estados Unidos, comenzó a notar ciertos sonidos extraños en las cercanías del tanque de las ballenas y los delfines, como si se tratara de conversaciones entre personas, aunque no llegaban a entender lo que decían. Pocos días más tarde, todos se quedaron boquiabiertos cuando un buzo salió del tanque y preguntó quién lo había llamado: ningún humano le había hablado, sino que era una de las ballenas, llamada NOC, quien había aprendido a imitar nuestros sonidos.
NOC era una ballena blanca que pasó a la historia por ser la primera en modificar sus mecanismos fonadores para imitar la voz humana. Es importante entender que para llevar a cabo tal hazaña debía bajar varias octavas y modificar la presión de su tracto nasal, entre otros ajustes en sus músculos, ya que el modo de emitir sonidos de las ballenas es muy diferente al nuestro.