Definición de autorización
Autorización tenemos que exponer que es un término que procede, etimológicamente hablando, del latín. Así, si llevamos a cabo su análisis morfológico nos daremos en cuenta de ello. De esta manera, podemos ver que dicho vocablo está conformado por la unión de tres partes perfectamente delimitadas: la palabra auctus, que puede traducirse como “aumentado”; el término izare que es sinónimo de “convertir en”, y el sufijo –ción que es equivalente a “acción”.
Autorización es la acción y efecto de autorizar (reconocer la facultad o el derecho de una persona para hacer algo). En el campo del derecho, la autorización es un acto realizado por una autoridad, a través del cual se permite a un sujeto una cierta actuación que, en otro caso, estaría prohibida.
Para la informática, la autorización es la parte de un sistema operativo que protege los recursos del sistema, de modo tal que sólo puedan ser utilizados por los usuarios que cuentan con permiso para eso.
La autorización, por lo tanto, es una especie de permiso. Consiste en dar consentimiento para que otros hagan o dejen de hacer algo.
En este sentido, la autorización puede consistir en que una persona en concreto, que por determinados motivos no pueda realizar una acción necesaria para ella, establezca mediante el correspondiente documento acreditativo que autoriza a un familiar o amigo para que lleve a cabo aquella por él.
Un ejemplo de este tipo de autorización sería el que un hombre tenga que recoger un documento oficial y haya sufrido un accidente que le impide acudir a por aquel. Por eso, realiza una autorización para que su esposa pueda presentarla en la institución oficial y se le haga entrega a ella del citado documento.
Muchos son los modelos de autorizaciones que podemos encontrar. No obstante, todos ellos, independientemente del ámbito en el que se den, tienen que contar con una serie de datos imprescindibles. Así, por ejemplo, estarían el nombre completo de quien da la autorización así como otros datos de interés del mismo tales como el número de su documento de identidad y su dirección, los datos personales de la persona a la que autoriza y el objeto de dicha autorización.
Cuando un estudiante quiere ausentarse de la clase por algún motivo, solicita la autorización pertinente a su maestro. De igual forma, un niño que quiere salir a jugar con sus amigos tiene que pedir autorización a sus padres o a los adultos responsables de su cuidado.
Las autorizaciones rigen en todos los ámbitos de la vida donde existe una relación jerárquica o distintos niveles de poder. Un empleado debe pedir autorización a su jefe para tomarse un día libre, por ejemplo. Un funcionario público necesita de la autorización de sus superiores para dar a conocer cierta clase de información a los medios de comunicación.
Por lo general, las empresas requieren de autorización estatal para su funcionamiento y para desarrollar sus tareas comerciales. Esa autorización tiene que ser explícita y formal, de acuerdo a normativas vigentes, y exceden la voluntad del funcionario en cuestión.