Definición de audio
Audio es un término que proviene de la lengua inglesa, aunque su antecedente etimológico más lejano se halla en el latín. El concepto de audio se emplea para nombrar a la técnica que permite grabar, transmitir y reproducir sonidos.
Por ejemplo: “Mi hijo es especialista en ingeniería de audio”, “Estuve leyendo varios manuales por Internet para aprender sobre audio y así poder mejorar las grabaciones que hacemos”, “¿Conoces a alguien que sepa de audio? Me gustaría grabar unas canciones con mi banda”.
Se llama audio, por otra parte, a la señal correspondiente a los sonidos. Puede decirse que un audio es una señal analógica que, a nivel eléctrico, equivale a una señal sonora. Su frecuencia se ubica entre 20 y 20.000 Hz, que es el rango que un ser humano puede oír.
Un micrófono permite convertir las ondas sonoras (que son ondas de presión de aire) en una señal eléctrica analógica (el audio). Para realizar el proceso inverso, se usa un altoparlante (o altavoz), que hace que la señal eléctrica analógica se transforme nuevamente en una onda sonora. De esta manera, cuando un cantante interpreta sus temas con un micrófono y el sonido sale a través de altavoces, la audiencia escucha el audio.
Así como la imagen, el audio se caracteriza por el hecho de que cada individuo puede percibirlo de una forma diferente, con matices o asociaciones particulares. Esto no significa que mientras una persona oye un fa natural otra oiga un re sostenido, sino que una misma nota, una misma melodía pueden suscitar sensaciones distintas en cada una.
De modo similar, no todos tenemos el mismo talento para reconocer los sonidos, memorizar canciones y reproducirlas con precisión. Si sumamos esto a lo expresado en el párrafo anterior, es fácil entender que una misma fuente de audio (ya sea una canción, una melodía o una obra compuesta de muchas piezas) no pueda ser descrita de la misma manera por un grupo numeroso de personas.
En el caso del audio digital, la señal eléctrica analógica que se encarga de la representación de la onda sonora es codificada digitalmente. El formato WAV, por citar un caso, presenta el audio digital con la totalidad de la información resultante de la codificación. El formato MP3, en cambio, comprime los datos.
Los formatos de audio y las diferentes tecnologías usadas para su transmisión ocasionan diversas complicaciones a los usuarios, ya que muchas veces deben afrontar la compra de adaptadores y conversores para superar problemas de incompatibilidad entre sus equipos. No importa cuánto dinero hayamos gastado en un sistema de cine en casa: si no soporta un cierto formato que nos exige uno de los dispositivos que deseamos conectarle, entonces tendremos que tomar una decisión que seguramente nos llevará a una nueva inversión monetaria.
Audio, por último, es un elemento compositivo que alude al sonido y al acto de oír: audiovisual, audiolibro, audiofrecuencia, etc.
La incorporación de audio en la industria cinematográfica se hizo esperar más de tres décadas, durante las cuales existió lo que hoy conocemos como cine mudo, período silente o la edad de la pantalla de plata. En pocas palabras, hasta 1929, la mayoría de las películas solamente contaban con imágenes, aunque en algunas salas de proyección había un pianista que interpretaba diferentes melodías a modo de acompañamiento, o incluso orquestas dedicadas a recrear ciertos efectos de sonido.
Hoy en día, el contenido audiovisual representa prácticamente el estándar, en gran parte a causa del éxito de la red social YouTube, en la cual no existe un límite para el género del contenido: desde repasos de noticias que perfectamente podrían ser publicadas por escrito hasta series y películas completas, en esta plataforma coexisten el audio y la imagen como si fueran interdependientes.