Definición de arlequín
En el francés antiguo, Hellequin era el nombre que se le otorgaba a un diablo. Este término pasó al italiano como arlecchino, y luego a nuestra lengua como arlequín.
Para comprender qué es un arlequín, primero hay que remitirse a la comedia del arte, una modalidad teatral surgida en Italia en la mitad del siglo XVI. En este género, Arlequín es un personaje que utiliza una máscara y luce un traje colorido con rombos. Junto a Colombina y a Brighella, compone el conjunto de los criados.
Por extensión a la personalidad de este personaje, se conoce como arlequín al sujeto grotesco, con aires de bufón. Aquella persona que tiende al ridículo y que evita las formalidades puede considerarse como un arlequín.
El típico traje de arlequín deriva de los harapos de un mendigo. A partir de retazos de distintas prendas, se desarrolló el traje colorido original de un arlequín. Con el correr de los años, el traje de arlequín pasó a estar compuesto por rombos de colores brillantes, con preponderancia del verde y el rojo.
En cuanto a la máscara del arlequín, se trata de una combinación de las características faciales de un mono y de un gato. Por eso la nariz del arlequín tradicional es achatada y los ojos, redondeados.
En el mundo del arte nos encontramos con distintas representaciones de esta figura que nos ocupa. No obstante, entre las más conocidas a nivel mundial está la pintura titulada “Arlequín” que el genial pintor malagueño Pablo Picasso creó y presentó en el año 1917.
Es una pintura al óleo que cedió a la ciudad de Barcelona en 1919 y que, en la actualidad, puede admirarse en el Museo Picasso de la mencionada urbe catalana.
No menos importante es que el arlequín es una figura que se convierte en pieza clave de una parte de la trayectoria profesional de ese artista. En concreto, se establece que es protagonista de su llamada etapa rosa, pues lo utiliza no solo para representarse a sí mismo sino también para venir a dejar patente la crítica que realiza a la sociedad del momento.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que otro de los más geniales artistas españoles también pintó este personaje que nos ocupa. En concreto, fue Salvador Dalí el que en el año 1926 presentó un cuatro titulado “Arlequí” (Arlequín).
Viene a ser un óleo sobre lienzo en el que el citado genio viene a dejar patente su interés y apasionamiento por el cubismo. No es quizás una de sus obras más conocidas, pero tiene un innegable valor ya que viene a mostrar su calidad y su saber hacer. En estos momentos, dicha pintura se encuentra formando parte de la colección del Museo Reina Sofía de Madrid.
La ictiosis arlequín, por último, es una rara enfermedad que afecta a la piel. Cuando un niño nace con esta enfermedad, su aspecto se asemeja al disfraz de los arlequines debido a las escamas que cubren casi la totalidad de su cuerpo.