Definición de aristocracia
La idea de aristocracia procede del latín aristocratia, aunque su origen etimológico se encuentra en el idioma griego (aristokratía). En concreto, esta palabra griega es fruto de la suma de dos partes claramente diferenciadas como son estas:
-La palabra “aristoi”, que puede traducirse como “los mejores” y que era utilizada por los micénicos o nobles que ostentaban el poder en el gobierno de las poleis durante lo que fue el periodo comprendido entre los siglos VIII y VI a.C. La empleaban para definirse a sí mismos.
-El sustantivo “kratia”, que es equivalente a “gobierno”.
La Real Academia Española (RAE) menciona como primera acepción del término a la forma de gobierno que se basa en el ejercicio del poder a cargo de los más capacitados.
Ese significado que surgió en la antigüedad fue cambiando. En la actualidad, se entiende como aristocracia a la clase que ostenta el poder económico y político de un territorio. Dicho poder es hereditario y es conservado siempre por el mismo grupo.
La aristocracia suele vincularse a la nobleza. En Europa, los barones, los condes, los príncipes y los reyes son aristócratas: pertenecen a una clase acomodada que cuenta con el poder político desde hace siglos. Ningún ciudadano puede ser elegido “rey” por el resto de los habitantes: solo quienes pertenecen a la familia noble de la aristocracia que gobierna pueden acceder a dicha investidura, y siguiendo ciertos mecanismos internos.
En este caso hay que establecer que existen dos tipos diferentes de nobleza que merece la pena subrayar:
-La nobleza de sangre, que es la que se tiene por linaje, es decir, la que se hereda y pasa de una generación a otra. También se puede conocer a quienes la tienen como hidalgos.
-La nobleza de privilegio, que es la que el rey concedía a quienes habían contribuido al mantenimiento de su reino a través de diferentes formas. Era su manera de agradecerles el respaldo, el apoyo y la ayuda prestada.
En concreto, los miembros de la nobleza lo que tenían era un título nobiliario. Hoy en España entre los títulos de ese tipo están la grandeza de España, el marquesado, el ducado, el vizcondado, el condado, el señorío, la baronía…
De la misma manera, podemos destacar que en ese país las más importantes casas ducales y que vienen a ostentar casi 200 ducados son la de Alba, la Borbón, la de Peñaranda, la de Fernán Núñez, la de Medina Sidonia, la de Osuna o la de Medinacelli, entre otras.
En una democracia, de todos modos, también existe la aristocracia. Más allá de los representantes del pueblo que gobiernan por el voto popular, hay una clase que maneja un poder simbólico, por lo general asociado a la riqueza familiar. Se trata de individuos capaces de influir en los gobernantes a través de distintas presiones (por ejemplo, amenazando con no invertir en el país).
Es posible que la aristocracia se asocie a un determinado sector económico. En Rusia, por citar un caso, la explotación petrolera propició el surgimiento de una nueva aristocracia, compuesta por multimillonarios que se enriquecieron con este negocio.