Definición de apropiación
En el latín es donde se encuentra el origen etimológico del término apropiación. En concreto, podemos determinar que deriva del verbo “appropiare”. Este se divide en varias partes claramente delimitadas:
-El prefijo “ad-”, que significa “hacia”.
-El elemento “pro”, que es equivalente a “a favor”.
-El adjetivo “privus”, que puede traducirse como “privado”.
-El sufijo “-ar”, que se utiliza para indicar que se trata de un verbo.
Apropiación es el proceso y el resultado de apropiarse o de apropiar. Este verbo alude a hacer que algo sea propio.
Existen varios usos de esta noción. En el terreno del derecho, los bienes que resultan susceptibles de apropiación son aquellos cuya propiedad puede recaer de manera directa en su titular, quien puede disponer de él libremente dentro de lo estipulado por la ley. La apropiación, en este marco, marca el hecho de quedarse con la propiedad de algo.
Si alguien se arroga la propiedad de un bien ajeno para obtener un lucro, comete el delito de apropiación indebida. De acuerdo a cada legislación, es posible que la apropiación indebida sea considerada como una estafa, diferenciándose del hurto y del robo por el mecanismo que utiliza el delincuente para apropiarse del bien.
En base al importe de lo defraudado, del daño económico que se haya realizado al afectado, de los medios empleados para la apropiación e incluso de la relación existente entre el afectado y el delincuente se establecerá la pena por el citado delito. Una pena que, además de la cuantía económica oportuna, puede llevar al culpable a pasar incluso años en la cárcel.
La teoría de la apropiación original, por otra parte, sostiene que aquella persona que se queda, de manera pacífica, con un recurso que carecía de dueño, se convierte en su legítimo propietario.
De la misma manera, no podemos pasar por alto la existencia de lo que se ha dado en llamar apropiación cultural. Viene a ser un fenómeno que consiste en adoptar y asumir lo que son elementos de otras culturas para luego proceder a incorporarlas, de manera poco reflexiva, a la propia.
Ese tipo de apropiación podemos determinar que se considera que ha experimentado un importante auge en los últimos años como consecuencia de la globalización.
Entre los elementos que puede ser objeto de esa adopción cultural de factores ajenos se encuentran desde los tatuajes hasta la música pasando por bailes, fiestas, tradiciones, formas de vestir e incluso lo que son expresiones.
Por último, la apropiación de bebés es un delito que implica que el delincuente secuestra a un niño recién nacido, robándoselo a su madre, y luego le oculta la identidad. El régimen militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983 llevó a cabo estas prácticas de modo sistemático: muchas mujeres embarazadas que se oponían a la dictadura o que estaban vinculadas a opositores fueron secuestradas y alojadas en centros clandestinos de detención. Una vez que daban a luz, sus hijos eran robados por los militares, que los daban en adopción de forma ilegal y ocultando el origen del niño. En la actualidad, organizaciones como Abuelas de Plaza de Mayo trabajan para encontrar a aquellos niños –que crecieron sin conocer su historia– y devolverles su identidad.